REAL MADRID

Ramón Calderón despide al director general de socios

El presidente negó las acusaciones. De momento, Bárcena y su colaborador son las primeras víctimas.

Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, se presentó ayer "como víctima" tras las graves acusaciones de corrupción en su contra, y decidió cobrarse la "cabeza" de dos hombres de su confianza: Luis Bárcena, director general de socios, y su colaborador, Mariano Rodríguez Barutell. Además, Calderón anunció que no piensa dimitir.


El mandatario blanco compareció después de que el diario 'Marca' demostrara que en la última asamblea del club, en la que se sometió a plebiscito su gestión, infiltró a socios sin derecho a voto que votaron a su favor. Calderón superó dicha asamblea, en la que proliferaron los gritos e insultos, por un estrecho margen.


El presidente compareció ante los medios en un acto "desagradable", según sus propias palabras. Estuvo cerca de 70 minutos al pie del estrado. Y para que no faltara el elemento teatral, toda su junta directiva se situó detrás de él, aguantando a duras penas el discurso del presidente.


"No hemos hecho nada. Estamos aquí como víctimas. Nosotros no sabíamos nada de lo ocurrido", dijo con una mirada casi melancólica.


El presidente blanco no pudo ser más rotundo cuando habló de su eventual marcha, que no ocurrirá a corto plazo: "Dimitir sería de cobardes. Si he hecho algo en mi vida, es actuar con honradez y con limpieza, y lo voy a seguir haciendo. Convocar unas elecciones ahora iría en contra de la situación deportiva del equipo".


Lo sucedido en la asamblea solo se ha cobrado por el momento dos víctimas: Luis Bárcena, director general de socios, y su colaborador, Mariano Rodríguez Barutell, más conocido por Nanín. Bárcena tenía un sueldo remunerado de 600.000 euros anuales y presentó una dimisión que le fue aceptada.


Más controvertida es la figura de Nanín, cuyo cargo Calderón no supo definir concretamente. Todos recuerdan ahora cómo el presidente le agradeció expresamente su trabajo nada más ganar las elecciones celebradas hace algo más de dos años. No obstante, Calderón afirmó que no tenía "ninguna relación" con el despedido, por más que la prensa defendiese lo contrario.