REAL ZARAGOZA

Radimov: "El Zaragoza tiene calidad suficiente para ganar"

Vladislav Radimov, que acaba de proclamarse campeón de la UEFA con el Zenit, será mañana un zaragocista más.

A sus 32 años, el fútbol le ha concedido una nueva oportunidad a Vladislav Radimov. Aquel rubio diamente en bruto que aterrizó en La Romareda en 1996 acaba de proclamarse campeón de la Copa de la UEFA con el Zenit de San Petersburgo. Una alegría mayúscula empañada por una espinita que le amarga: la precaria situación de su Real Zaragoza. Mañana estará pendiente, como un zaragocista más, de lo que suceda en Mallorca. "Ganaremos, estoy seguro", apunta desde tierras rusas.


No hace falta informarle del rival zaragocista en la batalla del Ono Estadi ni del puesto clasificatorio del equipo. A miles de kilómetros, Radimov conoce al dedillo la actualidad blanquilla. "Ha sido una temporada muy complicada, con muchos cambios de entrenador. Eso nunca es buena señal. Pero hay que olvidar todos esos problemas y centrarse en el partido del domingo. Los jugadores tienen que salir a ganar porque tienen calidad más que suficiente para ello. Un descenso nos haría sufrir mucho a todos", comenta.


El centrocampista recuerda con cariño su etapa zaragocista. El paso del tiempo obra el efecto de desintegrar los puntos más oscuros y solo prevalecen los radiantes: "Zaragoza y el Real Zaragoza forman parte de mi vida y siempre estarán presentes, esté donde esté. Allí gané una Copa del Rey (2001) e hice muchos amigos. Espero que todo les vaya muy bien y el domingo podamos celebrarlo".


La carrera de este ex internacional no ha transitado por la excelencia que hacían suponer sus cualidades técnicas. Transitó por España y por Bulgaria de forma discreta pero, en el tramo final, ha cerrado el círculo y colgará las botas en el club de su ciudad natal, el Zenit de San Petersburgo, donde recaló en 2003. Capitán aunque poco habitual en las alineaciones del técnico Dick Advocaat, ha sido actor en la explosión de una entidad en franco progreso. El título atrapado el miércoles en el City of Manchester Stadium, frente al Glasgow Rangers, corrobora el potencial del conjunto ruso. "Somos un equipo con mucho talento y jugamos un fútbol muy bonito para el espectador. Miramos continuamente hacia la portería rival y hay jugadores que darán mucho que hablar. En la final fuimos muy superiores y estamos felices por la copa".


Pese a contemplar los 90 minutos desde el banquillo, se siente partícipe de este hito (es el segundo conjunto ruso que levanta un trofeo continental): "Claro que me hubiera gustado jugar algún minuto. Pero estoy contentísimo igualmente. Durante toda la trayectoria en la Copa de la UEFA he disfrutado de muchos minutos. Hemos eliminado a grandísimos rivales, como el Villarreal o el Bayern".


Desde el miércoles se ha embarcado en una fiesta sin final. El jueves la celebración se trasladó a San Petersburgo, donde miles de aficionados corearon y agasajaron al Zenit. Ayer, la comitiva se enfundó el traje y la corbata para visitar el Kremlin y ofrecer la Copa de la UEFA al presidente ruso, Dimitry Medvedev. "Desde que el árbitro pitó el final del partido, no hemos parado. Merece la pena porque hemos estado mucho tiempo esperando un éxito así. El club ha invertido para ir subiendo poco a poco. Se ha trabajado mucho y muy bien para que la UEFA no sea un hecho aislado. En el futuro el Zenit dará que hablar a nivel europeo", señala.