El ex ciclista Fernando Escartín se ha puesto este año al mando de la Peña Edelweiss, el club organizador de la cicloturista Quebrantahuesos. Ayer participó en el acto del sorteo de las plazas, 8.300 para la gran cita y 1.900 para su hermana menor, la Treparriscos. Escartín apuesta por que cada dos o tres años todos los preinscritos adquieran derecho para poder participar en la cita deportiva.

Tomó la presidencia del Peña Edelweiss con reto claro: garantizar la continuidad de la Quebrantahuesos. Con la elevada preinscripción, ¿cree que ese objetivo está encarrilado?

Es verdad que asumí esta responsabilidad fundamentalmente para que no se perdiera la prueba. Y creo que se ha cumplido ese objetivo con el número de corredores que se han inscrito, que vuelve a superar lo de años anteriores. Y el sorteo es una necesidad ante esa avalancha de solicitudes.

¿Impresiona ver tal cantidad de gente preinscrita en una prueba como la Quebrantahuesos?

Impresiona muchísimo. Era la primera vez que yo asistía a un sorteo como este y se vive con cierto nerviosismo, porque hay muchas ilusiones en juego. Más de la mitad de la gente se queda fuera de poder disputar la cicloturista. Pero también ahí está la grandeza de la Quebrantahuesos. De todas formas, yo sería partidario de replantear el sorteo y garantizar que cada dos o tres años todos tengan la oportunidad de correrla.

También contribuye a dar realce a la prueba.

Desde luego, la realza. Este año, a pesar de todas las dificultades, se han preinscrito 1.309 ciclistas más en la Quebrantahuesos y 290 más en la Treparriscos. Eso pone de relieve la importancia de esta cita. Cuando preguntas fuera, también en el extranjero, elogian el recorrido, el ambiente, la organización... Están muy impresionados.

Para esta edición, han conseguido elevar en un millar el número de participantes.

Mantuvimos un encuentro con las autoridades francesas para explicarles más en profundiad no sólo este proyecto, sino también el de Quebrantahuesos Aramón Bike, que consolida la oferta a lo largo del año. Lo vieron muy bien y nos dieron la oportunidad de crecer un poco más, en unos mil nuevos inscritos. Ochocientos de ellos irán a la prueba grande y doscientos, a su hermana pequeña. Supone un aumento en el trabajo y en las exigencias, pero yo tengo plena confianza en los voluntarios, cuyo apoyo es fundamental para sacar esto adelante.

¿Qué es lo que más le preocupa al poner en marcha la prueba en el mes de junio próximo?

Engranar las piezas, que todo el mecanismo funcione correctamente. Ha habido gente que se ha ido y llegan nuevos colaboradores. Todos tienen que trabajar de forma coordinada para garantizar que la gente se quede contenta, que todo sea un éxito. Pero también tengo la tranquilidad de saber que está con nosotros Roberto Iglesias, el motor de todo esto durante veinte años y que es una pieza fundamental para que todo transcurra bien.

Siempre ha asegurado que la Quebrantahuesos es una prueba que no se puede dejar perder.

Si la dejábamos un año, era muy probable que la perdiéramos. Por eso era muy importante sacarla adelante. Es motor muy importante para toda la comarca y también para Huesca y el resto de la comunidad. Es un reto que todos tenemos que impulsar para que, una vez consolidado, como ya está, no se pierda.