Polémico empate

Será el primer partido en la historia del Huesca que logrando cuatro goles y el rival ninguno tiene que conformarse con un empate a uno. Marcó Corona, pero en la puerta equivocada. Anotó Camacho, para deshacer el entuerto. Y goleó Juanma por partida doble, pero sus remates de cabeza, limpios como los chorros del oro, no subieron al marcador. Las razones las tendrá Melero López, trencilla de ademanes altivos, que vio una falta muy dudosa en el primer lance y señaló un fuera de juego inexistente en el segundo.

Ya son al menos cuatro tantos los que se le han anulado de forma errónea al equipo azulgrana, que tiene ganado su derecho al pataleo aunque le toca morderse la lengua porque al pobre se le pide resignación cristiana y que ponga la otra mejilla. De lo contrario, el peso de la ley lo aplasta sin misericordia.

Pero duele que sea tan sencillo venir a lucirse a Huesca, a ser valiente en un campo pequeño donde aprietan pero no ahogan, a quedar bien con el Celta que asombra en la Copa y tiene un entrenador mediático por su pasado en el ‘dream team’ de Cruyff.

Que el colegiado la pifie no esconde las carencias del Huesca, que tiene un problema grave con el gol (razón de más para que escueza el desatino arbitral). Y es que el máximo artillero es Camacho, un centrocampista de perfil completísimo que acumula cinco tantos providenciales. Crucemos los dedos para que no llegue un equipo de Primera División, desesperado por restañar heridas en la última semana del mercado, y quiera comprarlo en las rebajas de invierno. Está en el mejor momento de su carrera sin duda.

Los goles de la polémica fueron así: en el primero Juanma gana la acción a Falcón, que llega tarde, y peina la pelota. El defensa canario pone un poco el brazo y eso le cuesta una falta al menos dudosa. El segundo no admite debate. Ya se ve en directo que no puede existir posición antirreglamentaria y las imágenes dan fe. Solo con este la victoria se habría quedado en casa con toda probabilidad.

Será verdad que a lo largo de una temporada los errores se compensan, pero entonces al Huesca le han de llover regalos en 2010 para que la balanza se equipare por mor de la justicia. De momento va palmando en seis o siete puntos, que son la diferencia entre ver el abismo tan cerca o viajar con alforjas en la zona reservada a la nobleza palaciega. No obstante, el punto de ayer, no es malo. Porque el Celta tiene un formidable plantel y un esmerado entrenador que ha invertido un año en transferir su modelo de juego y empieza a obtener los réditos. Como el Huesca, los vigueses tienen un gran respeto por el balón y la combinación alegre, pero también saben contragolpear o hacer ataques directos si el contexto del partido lo pide.

Para adelantarse en el marcador la fortuna sonrió a los celestes. O más bien fueron las meigas las que ofuscaron a Corona. Falta desde cuarenta metros. Una de las muchas que el colegiado sancionó contra el cuadro local con irregular vara de medida. Le pega Jordi que la rompre y el esférico golpea en el palo y le cae al defensa sevillano del Huesca, que pone la pierna sin tiempo para pensar qué puede ocurrir y la duda se convierte en pena capital.

Sin margen para dar cobijo al miedo ni a los pensamientos derrotistas, Camacho apareció con su instinto asesino. De enganche por detrás del punta ataca, defiende, salta, grita, anima, provoca y además hace goles. Ayer recogió un rechace tras una pugna de Rubiato con Falcón y lo convirtió en un empate balsámico.

No fue la tarde de más trabajo para los guardametas, pero el último cuarto de hora del encuentro resultó delicioso. Los dos equipos querían ganar para gozo del respetable y se lanzaron a tumba abierta, sin premio.

FICHA

SD Huesca Doblas; Robert, Corona, Dorado, Juanma; Helguera, Sastre (Sorribas, 80); Gallardo (Iriome, 69), Camacho, Rico (Vegar, 77); y Rubiato.

Celta de Vigo Falcón; Toni, Catalá, Jordi, Hugo Mallo, Lopez Garai, Saulo (Trashorras, 62), Bustos, Vasco Fernandes (Lago, 46), Danilo (Botelho, 79) y Joselu.

Goles: 0-1, min.33: Corona, en propia puerta. 1-1, min.38: Camacho.

Árbitro: Melero López. Expulsó en el minuto 37 al entrenador del Huesca, Antonio Calderón, y en el 86 al segundo entrenador, Jesús Paredes. Amonestó a Iriome, Corona, Danilo, López Garai, Mallo, Saulo, Bustos y Catalá.

Incidencias: partido disputado en el estadio de El Alcoraz ante unos 3.900 espectadores.