REAL ZARAGOZA

Pitbull, otro ariete tanteado

Pitbull, un gran desconocido en el ámbito del fútbol español, dijo "estar abierto siempre a cualquier propuesta que interese a todas las partes".

Claudio Pitbull en un partido reciente con el Vitoria Setúbal.
Pitbull, otro ariete tanteado
O XOGO

"Un agente que hablaba en nombre del Real Zaragoza ha hecho una primera aproximación preguntando por la cesión de Pitbull". Así reconocían anoche desde el entorno del Vitoria Setúbal el último movimiento del club aragonés en el mercado invernal de fichajes.Claudio Mejoralo, conocido futbolísticamente como Pitbull, es un delantero brasileño, con pasaporte italiano, que milita desde la temporada pasada en el citado club portugués. Se trata de un ariete de fuerte complexión pero sin demasiada estatura (79 kilos y 1,73) que, más que por anotar goles, destaca por su capacidad para abrir huecos y, sobre todo, dar asistencias a un segundo delantero que le acompañe en el área (con las debidas cautelas, vendría a aportar un perfil similar al que dio el año pasado el chileno Humberto Chupete Suazo cuando llegó al Real Zaragoza).

El delantero de Porto Alegre pasa por ser un hombre con una buena técnica con ambas piernas, que ve muy bien el juego y los espacios y que, con el balón en su poder, lo aguanta perfectamente y es muy difícil de derribar.

Pitbull, que cumplirá los 29 dentro de diez días, es un jugador con grandes cualidades que, por las cosas del azar, no ha tenido fortuna en su carrera. Tal vez por eso ha acabado convertido en un auténtico trotamundos, sin suelo firme que pisar, cambiando de equipos cada dos por tres sin hallar su sitio ideal todavía. De la histórica cantera brasileña del Gremio de Porto Alegre, vivió una cesión al Juventude antes de dar el salto a Europa, circunstancia que, casualmente, le llegó de la mano del aragonés Víctor Fernández, quien le contrató a mitad de año cuando dirigía al Oporto en 2004.

Allí, Pitbull se topó con un superequipo lleno de estrellas en la delantera que le taponaron por completo su progresión (además, no supo ni pudo aprovechar las oportunidades de las que gozó con tan solo 22 años). El club blanquiazul lo cedió primero al Al Ittihad de Arabia Saudí; después al Santos (regresó pues a Brasil); más tarde al Fluminense. Cada pocos meses, Pitbull se iba del sitio buscando su norte. Volvió a Portugal prestado esta vez a la Académica de Coimbra, primero, y al Vitoria Setúbal poco después. Su peregrinar era ya un sin fin que aún tendría más estaciones. El Oporto lo metió en una extraña operación con el Rapid de Bucarest rumano, de donde volvió enseguida para jugar prestado en el Marítimo de Funchal.

Allí, en la capital de Madeira, terminó su deambular sin éxito bajo la tutela del Oporto. Desde el año pasado, es propiedad del Vitoria Setúbal, el lugar donde mejor se sintió cuando estuvo de paso y donde es ahora mismo un ídolo. Y es que, un gol suyo, dio al modesto equipo luso el título de la Copa de la Liga al derrotar en 2007 al Sporting de Lisboa en una final histórica, todo un acontecimiento.

"La Liga española seduce"

Claudio Pitbull habló anoche para HERALDO nada más llegar a su casa de Setúbal procedente de Miami, donde ha pasado las vacaciones navideñas. "Yo no sé nada sobre este asunto, algo normal porque llevo siete días desconectado. Mi agente, que desde hace tres meses es un español, sí que me advirtió que había algún club en España que podría requerir mi pase", comenzó diciendo el brasileño. "Después de mucho viajar, yo ahora estoy muy bien en el Vitoria Setúbal. Pero es evidente que la Liga española seduce a cualquiera y el Real Zaragoza es un histórico", se dejó querer el punta.

Pitbull, un gran desconocido en el ámbito del fútbol español, dijo "estar abierto siempre a cualquier propuesta que interese a todas las partes".