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Pasaporte para Sudáfrica

España redondeó con una goleada su excelente fase de clasificación para el Mundial. Marcaron Cesc, Cazorla y Mata

Cesc recibe la felicitación de sus compañeros, tras lograr el primer gol para España, ayer, en Mérida.
Pasaporte para Sudáfrica
JULIO MUÑOZ/EFE

Dos meses y medio después de caer ante Estados Unidos en semifinales de la Copa Confederaciones, España celebra la clasificación matemática para su noveno Mundial consecutivo, un logro sólo al alcance de los elegidos. Ganó a Estonia en un partido discreto en el que se reivindicó Cesc, y Torres se mostró romo, y se aprovechó del tropezón de los bosnios frente los turcos. Podrá irse de vacaciones a Armenia y a los Balcanes, y preparar a conciencia una Copa del Mundo en la que parte como una de las grandes favoritas porque, sencillamente, su centro del campo no tiene parangón. Si acepta la oferta de la FEF, Del Bosque se garantiza un contrato hasta la Eurocopa de 2012.

 

Faltaba exigencia España ganó con solvencia pero no se empleó con la misma intensidad, empuje y perseverancia que ante Bélgica. Quizá por el insoportable calor, por exceso de confianza, porque el empate de los rivales en Zenica despejaba todavía más el camino o porque la Liga y la 'Champions' están a la vuelta de la esquina, el caso es que la selección actuó con el freno de mano echado. Aceleró lo justo para zafarse de unos adversarios correosos, duros, pero muy débiles en el plano técnico. Es cierto que Estonia hizo sufrir hace poco a Brasil pero también se llevó siete ante los bosnios.

 

 

ESPAÑA Casillas, Albiol, Piqué, Marchena, Capdevila, Xavi, Senna, Cesc, Silva (Mata, min. 78), Torres (Güiza, min. 57) y Villa (Cazorla, min. 66).


ESTONIA Pareiko, Sisov (Jaager, min. 64), Rhan, Piiroja, Klavan, Zenjov (Voskoboinikov, min. 45), Vunk, Vassiljev, Kruglov, Kink (Lindpere, min. 71) y Oper.


Goles: 1-0, min. 32. Cesc, tras hacer una pared con Silva. 2-0, min. 81. Cazorla recibe de Cesc, le hace un caño a Piiroja y cruza con su derecha. 3-0, min. 92. Mata controla y dispara duro y raso con la izquierda.

Árbitro: Oleg Oriekhov (Ucrania). Tarjetas amarillas a Piiroja, Vassiljev y Rahn.


Incidencias: 14.000 espectadores abarrotaron el estadio Romano de Mérida en una noche tórrida. Césped irregular.