CINCO TRIUNFOS

Pablo Abián lanza alto el volante

El olímpico bilbilitano ganó el pasado domingo el Internacional Challenge Maldivas y confirma sus opciones para los Juegos de Londres 2012.

Pablo Abián.
Pablo Abián lanza alto el volante
ALEX VAN ZAANEN

Pablo Abián lanza con determinación el volante y confirma que va en la dirección adecuada: los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El bilbilitano está empeñado en repetir experiencia olímpica, y esta temporada, en la que se empieza a definir el camino hacia la cita más importante de todo deportista, no puede ir mejor. El pasado domingo, el aragonés, que partía como cabeza de serie número uno, se colgó la medalla de oro en el International Challenge Maldivas 2011. Una competición que marca un punto de inflexión en la trayectoria de Abián, ya que el resto de jugadores que están por encima de él en el ranquin mundial empiezan a perder los puntos acumulados el año pasado, mientras que el olímpico sigue sumando y subiendo. Abián comenzó el año en el puesto 46, y antes de abordar este último campeonato de caché ocupaba el puesto 29. Tras contabilizarse el brillante triunfo, Abián se aupará a la posición 26 de la clasificación mundial. Y el ritmo de ascenso es brutal, ya que si mantiene esta progresión el aragonés puede ocupar el 'Top-20' del mundo, el hito más importante del bádminton español en toda su historia.


Esta campaña 2010/2011 acumula en cinco torneos de primer nivel (Maldivas, Marruecos, Polonia, Suecia y Gales), cinco triunfos. Y tres finales (España, Italia e Irlanda). Resultados que maravillan. La última gesta la consumó el domingo, jugando de forma muy inteligente contra rivales adaptados al exceso de temperatura y humedad. Abián explotó sus armas: defensa y defensa, creciéndose en los partidos largos e intensos. Así, terminó de tumbar a los indios Anand Chetan y Sai Praneeth, que alcanzaron el tramo decisivo del torneo tras deshacerse del resto de cabezas de serie. Abián, que sabe dosificar el esfuerzo y llevar al contrario hasta la extenuación física, trabajó en semifinales a Praneeth en el primer juego (12-21) dejándolo 'tocado'. El indio se vino abajo en el segundo juego (21-5) y en el tercero aceleró el ritmo del duelo para sentenciarlo (21-12). En la final, el aragonés no dio tregua a Chetan (21-15 y 21-16) demostrando por qué era el número uno de la competición.