El gerente de la Sociedad Deportiva Huesca, Raúl Ojeda, volvió a referirse ayer a la preocupación que existe en el club por los gastos derivados de las reformas en El Alcoraz. Ojeda reiteró la necesidad de acelerar el proyecto del nuevo estadio, con el deseo de que "en enero del próximo año ya estemos hablando de cómo va a ser ese campo".

"El futuro del Huesca solo puede pasar por una nueva instalación", aseveró Ojeda, que reconoce que se echa "las manos a la cabeza" cada vez que ve cómo está todo patas arriba en El Alcoraz, a tres días de un encuentro (contra el Eibar) que va a ser televisado. "Los expertos nos dicen que llegaremos a tiempo. Las arcas del Huesca se ven amenazadas por unas obras que están suponiendo "un saco al que no vemos el fondo". Ojeda aludió a los compromisos adquiridos "con el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón para poder tener un campo acorde a lo que es Huesca".

El dirigente azulgrana comentó que para la segunda quincena del mes de diciembre tienen que tener el anteproyecto. "Ahora es una cuestión de cifras, de propuestas de financiación externa, la idea es que el campo conlleve un coste cero tanto para el Huesca como para las propias instituciones". Ojeda reconoció el interés que ha suscitado en el tejido empresarial la aventura de un nuevo estadio. "La semana pasada estuvieron aquí representantes de una empresa internacional interesándose por este proyecto. Se llevaron mucha información de las posibilidades que ofrece".

Ojeda avanzó igualmente que la próxima semana se espera que llegue una empresa con la que se va a tratar de aumentar el aforo actual de El Alcoraz. "Aunque solo pudiéramos incrementar cuarenta plazas, bien nos vendrían", concluyó el gerente.