RITUAL

Ofrendas para convertir en goles

Antes de la Liga, el Real Zaragoza y la SD Huesca ofrecen a la Virgen del Pilar y San Lorenzo su trabajo y esfuerzo.

Los capitanes del Real Zaragoza, Gabi, Jorge López y Poncio, seguidos por la directiva y el capellán, llevan las flores al altar.
Ofrendas para convertir en goles
TONI GALáN

Unos en Primera y otros en Segunda; unos, en Zaragoza y otros, en Huesca, pero los dos equipos comparten un mismo objetivo: hacer vibrar a sus aficiones. Por eso se encomendaron ayer a sus respectivos patrones, el Real Zaragoza, a la Virgen del Pilar y la SD Huesca, a San Lorenzo, y les llevaron la tradicional ofrenda floral con el ánimo de recibir su protección durante la próxima temporada de Liga, que empieza este fin de semana.


Si los zaragocistas decidieron el año pasado, tras la euforia del ascenso, no dejarlo todo en manos de la patrona y su manto blanquiazul ("No venimos a pedirte victorias, sabemos que los triunfos llegarán si sabemos cumplir con nuestro deber de atletas", dijo entonces el antiguo capitán, Ayala), el sentimiento que reinaba ayer en la basílica era distinto. La Liga pasada no ha dejado muy buen sabor de boca, pese a la permanencia, y la joven plantilla ha tenido que afrontar muchas críticas. Por eso, Gabi pidió, en nombre de todos, que la Virgen ayude "en los momentos difíciles". Aunque ilusión no falta y el equipo sigue confiando en los resultados del trabajo bien hecho: "Queremos ofrecerte la seguridad de nuestro esfuerzo", dijo el capitán.


Por su parte, San Lorenzo viene teniendo trabajo con el Huesca en las dos últimas temporadas. El copatrón de la capital altoaragonesa parece reservar parte de su tiempo a la primera plantilla del conjunto azulgrana. Si San Fermín tiene capote para los milagros, a San Lorenzo le toca hacerlos desde su peana. El año pasado esperó hasta el partido de Vigo contra el Celta, aunque la jornada anterior, contra el Cádiz, debió de ser intensa para remontar el gol en contra de los andaluces.


Creencias aparte, la ofrenda floral antes de que comience la Liga es una costumbre que hace a los clubes unirse más a su ciudad o, al menos, a la ciudadanía. Ambos equipos acudieron a las basílicas con los más altos representantes de sus directivas, cuerpos técnicos y plantillas al completo. Los responsables de depositar los ramos de flores a los pies del altar, -cada equipo en el suyo correspondiente- fueron los capitanes -Sorribas, Robert y Corona en el Huesca y Gabi, Jorge López y Poncio en el Zaragoza-.


El capellán Juan Antonio Gracia recibió en la basílica del Pilar al Real Zaragoza y, de paso, dio la bienvenida a los nuevos fichajes y deseó al club que la Virgen les acompañe siempre. El del Huesca, José María Aso, pidió al equipo altoaragonés "esfuerzo, trabajo disciplinado y espíritu de unidad".


La ofrenda no es solo una costumbre. Para muchos jugadores es una necesidad, en Huesca por su amor y devoción al valiente San Lorenzo y, en Zaragoza, porque, como dijo Gabi, "en esta tierra bendita todo comienza y todo pasa por el Pilar".