Los puntos empiezan a ser muy necesarios para que la dinámica negativa no se convierta en una espiral sin retorno. La experiencia dice que el que se apoltrona en el pozo de Segunda División no sale ni con remolque. Y el Huesca, penúltimo clasificado con seis puntos, no quiere que sus males se hagan crónicos. En su renuncia a hundirse hoy visita Almería (18.00, Aragón TV). En el Estadio de los Juegos Mediterráneos, el equipo azulgrana pretende encararse contra un proyecto que comanda Lucas Alcaraz para retornar a Primera División. Los andaluces son segundos en la tabla. Su potencial está fuera de duda.

La expedición azulgrana partió ayer hacia el sureste del país en un maratoniano viaje en autobús desde Huesca, con parada en Paterna (Valencia) para entrenar y almorzar, y tramo final hasta la capital almeriense. Los azulgrana regresarán hoy a la conclusión del partido en otra travesía de las que dejan huella.

El entrenador del Huesca, Quique Hernández, mantiene su enfoque bipolar en unas alineaciones que pasan de los cinco defensas fuera de casa al 4-4-2 cuando el equipo juega en El Alcoraz. Entre medio, según cómo vaya la cosa, cuela variaciones de todo tipo que de momento, más que dar resultado, parece que no acaban de producir un modelo al que ceñirse, identificable para su grupo preferible de futbolistas. En los nombres ya va estrechando el cerco; en los dibujos siguen los bandazos que no ayudan a tapar las fisuras.

Y es que el Huesca es menos competitivo -los números sustentan el juicio- porque le fallan tres cuestiones de primer orden: en la portería no hay la misma seguridad que antaño (Eduardo, Doblas y Andrés son palabras mayores); arriba no se mete un gol a dos metros del arcoiris (Tariq y Roberto siguen huérfanos de dianas diez partidos después); y el equipo azulgrana no tiene ese perfil rocoso, solidario y sin apenas fisuras que le ha acompañado estos años atrás. Los 21 goles en contra que contabiliza el Huesca, solo superados por los 22 del Girona, son la prueba más evidente de que el cuadro oscense ha perdido consistencia.

Cinco defensas

Así que por si acaso el Huesca vuelve a apostar por los tres centrales con dos laterales llamados a tener cierto recorrido en ataque; seguramente más por la banda izquierda con Toni Sánchez que por la derecha con un Clavero que aparecerá en ese costado ante la enésima baja por sanción del balear Rafel Sastre.

Tampoco ha viajado Luis Helguera, sancionado por acumulación de amonestaciones como Sastre, por lo que Joaquín Sorribas hará las veces de muralla por delante de la defensa. Gilvan, Juanjo Camacho, Bauzá y Tariq se presume que completarán el once inicial azulgrana.

Con parecido esquema la escuadra azulgrana arrancó un empate en Gerona aunque sufrió mucho y recibió cuatro goles en Vigo. Pero Quique Hernández sostiene que, aun sin resultados, advierte progresión en el desempeño de sus hombres con arreglo a esta fórmula, de ahí que insista en su utilización.

En el Almería, nombres conocidos como el del ex zaragocista Soriano o los atacantes Ulloa y Goitom. Tiene mimbres el equipo andaluz para no moverse de la zona de privilegio en toda la temporada. Esa es su aspiración.