REAL ZARAGOZA

Obligación doméstica

Gabi, en la Ciudad Deportiva.
Obligación doméstica
e. muñoz

Tenerife, Valladolid, Getafe, Racing de Santander, Almería, Osasuna, Athletic de Bilbao, Deportivo de La Coruña y Xerez son los nueve rivales del Real Zaragoza en La Romareda durante la primera vuelta de la Liga. Son 27 puntos en disputa contra adversarios que, a priori, nadie duda en calificar como "iguales" o "accesibles" para este equipo blanquillo que vuelve a Primera tras vivir tiempos muy difíciles que quiere y necesita olvidar cuanto antes.

 

El sorteo del calendario fue así de caprichoso en julio. Todos los grandes fueron citados en Zaragoza para la segunda vuelta, en la recta final del campeonato y, por lo tanto, van a significar buena parte de las salidas en esta primera fase del torneo. La Liga es, pues, para el equipo de Marcelino, un camino casi plano en casa y lleno de dificultades fuera del hogar hasta mitad de enero y, por consiguiente, una senda llena de trampas en La Romareda de enero a mayo, cuando Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia o Villarreal acudan en fila al estadio municipal en el momento de la verdad. Para entonces, el carácter benevolente que presentarán los desplazamientos a los campos de los rivales menos potentes (esos que ahora van a venir por Zaragoza uno tras otro), tendrá el 'handicap' intrínseco de tener que disputarlos en casa ajena. Ante un programa tan bipolarizado en cuanto al grado de dificultad en los partidos del Zaragoza en ambas vueltas, es lógico que todo el mundo haya hecho sus previsiones.

 

El pleno de éxitos como locales durante la primera mitad del torneo, una vez consumado el fiasco ante el Valladolid en la 3ª jornada, es ya imposible. Pero habrá que aspirar a no volver a fallar ni una vez más para conseguir llenar el granero de puntos con los que administrar la calma cuando la Liga se empine en la próxima primavera (al margen, evidentemente, de los puntos que se puedan arañar en los difíciles viajes que aguardan en los próximos tres meses).

Gabi, optimista, asume el reto

Ayer, en la Ciudad Deportiva, Gabriel Fernández 'Gabi' se erigió en portavoz del vestuario al respecto de estas circunstancias. "Sabemos que fuera de casa, en la primera vuelta, vamos a ir a los campos más complicados. El próximo es el Camp Nou. Si queremos tener un colchón de puntos importante para la segunda vuelta, tenemos que hacernos fuertes en casa. Ya se nos fue el partido del Valladolid, que lo dejamos como un accidente. Ese día se nos escaparon tres puntos en un partido bastante malo. Pero a partir de ahí, no podemos fallar más", admitió uno de los veteranos del plantel.

 

Por eso, su mirada más cercana se centraba ya en la próxima cita, dentro de diez días tras el parón, en La Romareda. "El del Racing tiene que ser un partido en el que, además de seguir progresando, hay que sacar como sea los tres puntos", remarcó Gabi.

 

El centrocampista madrileño valoró muy positivamente la rápida adaptación del equipo a la nueva categoría tras lograrse el ascenso en junio pasado. El riesgo de arrancar con dificultades, algo que suele suceder con cierto hábito a los recién llegados de Segunda, parece haber pasado de largo esta vez en la caseta blanquilla. "En el regreso a Primera, estamos donde todos nos esperábamos. Aspirábamos a competir como lo estamos haciendo. Se está viendo una gran cara del Zaragoza. El equipo está jugando bien, aunque muchas veces nos falta acierto arriba o tenemos fallos puntuales atrás que nos están costando puntos. Pero yo considero que este equipo no tiene nada que ver con el que comenzó la liga el año pasado en Segunda o el que arrancó hace dos años cuando acabamos descendiendo", analizó Gabi con convencimiento. "La ansiedad del retorno a Primera se ha roto ya. La gente que llevamos tiempo aquí tenemos experiencia y hemos aprendido mucho en este tiempo. El equipo está tranquilo y muy unido, confiando mucho en el trabajo que estamos haciendo juntos", abundó.

 

"El único pero es que, por juego, teníamos que llevar algún punto más. Nos lo hemos merecido. Sobre todo en Gijón, debimos ganar en vez de empatar", fue el lamento final de sus declaraciones