Hay muy pocos jugadores capaces de cambiar radicalmente el transcurso y el resultado de una eliminatoria de Copa Davis. Son escasos los tenistas que pueden movilizar hasta Nueva York al alcalde de la ciudad donde se van a disputar las semifinales, para así asegurarse su presencia en una competición tan especial.

También es muy reducido el número deportistas que, a pesar de llegar con molestias y no poder afrontar el choque al cien por cien, se sacrifiquen por su país. Y uno de ellos, por no decir el único, se llama Rafa Nadal. Y por suerte para su capitán, Albert Costa, y para los aficionados que abarrotarán la cordobesa plaza de toros Los Califas, España cuenta con él.

Porque desde que perdiese en el 2004 su primer partido de Copa Davis ante Jiri Novak, Rafa Nadal se ha mostrado invencible y fundamental para levantar la ensaladera en 3 ocasiones. El mallorquín, que ha conseguido 16 victorias consecutivas en individuales, lidera la revancha de una Armada que espera olvidar en Córdoba la derrota (5-0) en tierras francesas de 2010. Nadal será el primero en saltar a la pista (hoy, a las 12.00) para medirse a Richard Gasquet, al que le ha ganado los nueve partidos que ha disputado.

"Físicamente no tengo ningún problema grave", confesó el balear. "Pero estoy algo cansado y he entrenado poquito sobre tierra", analizó el pupilo de Toni Nadal. Y el tenista, "en nombre del equipo español", volvió a quejarse del calendario de la Davis. "No se puede tener una competición con tanta historia, no cambiar nada desde hace tropecientos años y pretender que los mejores del mundo sigan estando a gusto. Los contras son mucho más que los pros", lamentó el número 2 del mundo. "La Federación Internacional se aferra a que defiendes a tu país. A mí me encanta. Siempre he sido un jugador de equipo y, si no fuera por eso, no estaría aquí", aseguró el reciente subcampeón del US Open.

Pese a todo, la confianza en la victoria es plena. Después de la dolorosa victoria con la que castigó el equipo francés al español en julio del 2010, Albert Costa, capitán de la Armada, confía en revertir la situación de la temporada pasada: "Esto es otra historia. Allí perdimos 5-0, pero este año es diferente". Para lograr esa meta, Costa ha confiado en Ferrer para el segundo e igualmente importante punto de la eliminatoria. El alicantino se verá las caras con Gilles Simon, un rival al que conoce bien: "Será un partido muy duro. Hace unas semanas perdí contra él. Pero con el público, y siendo en tierra, tendremos más posibilidades".

Serbia recibe a Argentina

En la otra semifinal, el serbio Novak Djokovic abre hoy -a partir de las 15.00- ante el argentino David Nalbandian una eliminatoria llena de incógnitas. Nada es seguro en Belgrado. Pese a que el nombre del número uno del mundo figura en el sorteo, no significa que vaya a jugar. Los capitanes pueden sustituir a sus jugadores incluso durante el peloteo previo al comienzo del partido si cumplen con determinadas circunstancias contempladas en el reglamento. De hecho, todo el equipo argentino duda de la presencia de un Djokovic que todavía no se ha recuperado del US Open. "Estoy cansando, exhausto. No depende de mi estar todo el fin de semana, pero supongo que voy a jugar", aseguró ayer el serbio.