TENIS

Nadal: "Mi ilusión es ganar la Davis"

Tras derrotar a Roger Federer en el Abierto de Australia, el balear sabe que no es momento de relajación y ya prepara su siguiente torneo. El suizo, que estalló en llanto durante la entrega de premios en Melbourne, reconoció que la superioridad de Nadal le "está matando", pero "Rafa se lo merece".

Nadal consuela a Federer
Nadal: "Mi ilusión es ganar la Davis"
EFE

El español Rafael Nadal, un día después de su gran victoria en el Abierto de Australia, comentó que ahora no es momento de relajación, y sí de conseguir otros objetivos, entre ellos ganar la Copa Davis. "Es una ilusión más que un objetivo. Ahora no hay margen para la relajación. Me hace ilusión hacerlo bien en Rotterdam y luego Dubai, pero mi objetivo es la Copa Davis, que el año pasado no pude jugarla. Ganarla es una ilusión que tengo este año", aseguró el flamante campeón del Abierto de Australia.


Sobre el único Grand Slam que le queda por ganar, el número uno del mundo indicó: "El Abierto de Estados Unidos es un torneo que me ha costado siempre un poco más. El año pasado fue una pena que llegase tan cansado, pero mi objetivo es seguir mejorando porque solo así tendré alguna opción de completar o intentar ese último Grand Slam que me falta", afirmó.


Nadal aseguró que tras ganar a Roger Federer en la final del torneo no estaba para grandes celebraciones. "Todo se redujo a un masaje en la habitación, no había fuerzas para más", aseguró el tenista español, quien indicó que para él fue un momento muy especial cuando en el quinto set su rival envió la pelota fuera, lo que supuso su victoria.


"En ese último set, con la presión se te puede ir el partido. Creo que se le hizo una montaña mentalmente y luego bajó los brazos, pero nos puede pasar a cualquiera", afirmó Nadal.


Para el jugador español uno de los momentos claves fue cuando finalizó la cuarta manga. "Había que intentar mantener la concentración y estar centrado, mantener la ilusión en la victoria y jugar bien con mi servicio. Eso fue lo que pensé cuando me senté al acabar el cuarto set".


"La entrega de premios -continuó- no lo pude disfrutar mucho, pues ver a Federer en el estado en el que estaba tras perder la final te deja un poco compungido".

Lágrimas de un grande

 

La imagen de Roger Federer tras perder su quinta final con Nadal era un poema. Mientras el español celebraba su triunfo, el suizo se mantenía impasible en su silla, con la mirada perdida. Había vuelto a suceder. Haciendo de tripas corazón, el suizo se levantó para recoger el trofeo de subcampeón -uno más-, pero se derrumbó y estalló en lágrimas. Cogió el micro, miró a las gradas y pidió una tregua.


"Quizás lo intente después, esto me está matando", balbucéo el ex número uno, al que le costaba articular las palabras durante su discurso. El público, que se había mostrado cercano al suizo durante todo el partido, le homenajeó con un largo aplauso, lo que emocionó aún más a Federer. El suizo, tremendamente decepcionado tras la derrota, sacó fuerzas para dar la enhorabuena a Nadal y agradecer el apoyo de los aficionados. "Creo que voy a intentarlo de nuevo", señaló tras coger el micrófono. "Felicitaciones -dijo mirando a Rafa-, has jugado increíble y te lo mereces, muchacho", reconoció Federer, que tendrá que esperar para igualar los 14 'grand slam' de Sampras.

Cinco finales perdidas


Y es que Rafa Nadal se ha convertido en la particular 'bestia negra' del suizo. El español 'explotó' hace cuatro años en Roland Garros y desde entonces sólo ha perdido dos de las ocho finales del 'Grand Slam' que ha disputado frente el helvético. Con esa estadística, es normal la impotencia que siente Federer cada vez que se enfrenta con el balear. Aun así, no desespera. "Espero verlos el próximo año, muchas gracias por todo", apuntó el suizo en su despedida del público australiano, entre el que estaba Rod Laver, la leyenda viva del tenis, que apadrinó este domingo el bautizo de Nadal en el torneo australiano.


Por su parte, Rafael ya está pensando en hacer una habitación especial para guardar todos sus trofeos: "Por ahora me sobra espacio -bromeó el balear-, pero claro que quiero crear una habitación y colocar todas mis copas, sobre todo ésta, porque era un Grand Slam que no confiaba en ganar después de las semifinales".


Rafa tuvo un recuerdo para Federer al señalar que "fue un momento emocionante. El llanto de Roger hace grande al tenis y al deporte en general". El español vio en las lágrimas de Federer una muestra más de la honestidad del suizo: "Ver a un gran campeón como Roger mostrando sus sentimientos demuestra lo humano que es. No tuvo miedo a llorar y eso le hace aún más grande".


Rafa aseguró: "Cuando ves a un compañero así, disfrutas un poco menos de la victoria. Es algo que a todos nos puede pasar".


Con una copa de champán en la mano, y celebrando el triunfo con su grupo de trabajo y amigos en el vestuario, Nadal señaló que tenía previsto soltar en su discurso, en la entrega de trofeos, aquella célebre frase de su paisano Carlos Moyà en la final de 1997 contra Pete Sampras, "hasta luego Lucas", recordándole, pero se la guardó por respeto a Federer. "Viendo cómo estaba Roger, no me atreví. No me parecía el momento, pero la suelto ahora", dijo el tenista balear.


Sobre el partido dijo: "Ha sido muy duro, sobre todo porque después de la semifinal me encontraba fatigado. No tuve buenas sensaciones en el entrenamiento de ayer (por el sábado), pero hablé con mi tío y me dijo que tenía que creer en mí y que igual no se volvía a presentar una oportunidad como ésta".