Solo la mala costumbre de morderse las uñas se salió del cuadro tras su eliminación. Nadal mostró su grandeza también tras la derrota más dolorosa desde el Abierto de Australia, y anunció aún nuevas hazañas en lo que queda de año. "Acepto las derrotas con la misma tranquilidad que las victorias", afirmó tras caer derrotado frente al británico Murray. Y nadie dudó de sus palabras. "Ahora estoy decepcionado, pero me llevo algo positivo. Estoy contento de haber llegado a semifinales", aseguró.

Nadal pasó revista a su moderado comienzo de año y a sus grandes éxitos desde finales de marzo, tras el torneo de Miami, y concluyó asegurando que fue "una temporada casi perfecta". "Nunca habría esperado una temporada así", dijo. "Jugué el mejor tenis de mi carrera. Fue el mejor año de mi vida". Sin embargo, todo tiene un límite. "Llegué aquí con demasiados torneos y demasiados partidos sobre mis hombros", admitió.

Pese a todo, sigue mostrándose modesto, no puede permitirse una pausa. La próxima semana empiezan ya en Madrid los preparativos de semifinal de Copa Davis contra Estados Unidos, lo que supone volver a tierra batida. En otoño siguen los torneos de Masters Series de Madrid y París, antes de que la temporada termine en Shanghai con el Masters. Y allí. Nadal espera también, como lo esperaba en Melbourne y Nueva York, estar en la final.

"La temporada no ha terminado", advirtió el número uno, aunque sigue siendo una incógnita qué reservas de fuerza le quedan para los dos próximos meses, considerando el consumo de energía que requiere el tenis del que hace gala sobre la pista.