Rins: "Casi no tengo dolor y en Motorland volveré a estar al 100%"

El piloto catalanoaragonés asaltará el liderato en el Gran Premio de Aragón. Tres puntos le separan de su gran rival: Johann Zarco.

Álex Rins, en el Gran Premio de San Marino.
Álex Rins, en el Gran Premio de San Marino.
PrensaMotor

A falta de cinco grandes premios para la conclusión del Mundial de Moto2, solo tres puntos de desventaja separan a Álex Rins de Johann Zarco, su máximo rival por el título. El piloto aragonés ha logrado salir airoso de un mes complicado, marcado por una caída que le obligó a pasar por el quirófano, y en Motorland -a escasos kilómetros de su casa de Valdealgorfa y rodeado de un ambiente favorable- competirá por alzarse con el liderato.


-Álex, su situación ha dado un vuelco en las últimas semanas...

-Lo cierto es que sí. Cuando a finales de agosto me fracturé la clavícula, pensé que las opciones de ganar el campeonato se habían esfumado. Pero por suerte no ha sido así. Pude reponerme rápidamente y me mantengo en la lucha.


-La lesión llegó de forma inusual, en un entreno privado y a lomos de una pequeña montura de 100 centímetros cúbicos.

-Eso hizo que me sintiese peor aún. Me preguntaba que por qué había decidido entrenar de esa forma y estaba enfadado conmigo mismo. Fue un tremendo alivio que a los pocos días me asegurasen que podría reaparecer el 4 de septiembre en Silverstone.


-Lo hizo a lo grande, logrando un meritorio séptimo puesto y recortando nueve puntos a Zarco.

-Parecía que no íbamos a puntuar. En las sesiones clasificatorias no bajamos del decimonoveno puesto, y desde allí partí en carrera. Pude sobreponerme al dolor para ganar posiciones y beneficiarme de la sanción que se le impuso a Zarco por su incidente con Lowes. Todo salió mucho mejor de lo previsto.


-Una semana después, volvió a demostrar una tremenda capacidad de sufrimiento en San Marino. ¿Cómo ha evolucionado el dolor?

-En Misano tuve que correr infiltrado. Mantuve una emocionante pelea con Baldasarri y conseguí un segundo puesto que supo a victoria. El sufrimiento mereció la pena porque fui capaz de recortar otros siete puntos a Zarco. Ahora casi no siento dolor encima de la moto; en Motorland volveré a estar al 100% de mis posibilidades.


-Sus fans intentarán impulsarle hacia la victoria.

-Para mí siempre es especial correr en casa. Acuden familiares y amigos, y el ambiente que se respira es maravilloso.


-Y el trazado. ¿Se ajusta a su pilotaje?

-Sí. Me gusta, principalmente, por su variedad. Hay curvas de todo tipo, subidas y bajadas, momentos rápidos... El problema es que son muchos los pilotos que sienten predilección por este circuito y vienen a practicar; por eso no puedo explotar más el hecho de conocerlo.


-¿Cree que el Mundial de Moto2 es cosa de dos o incluye a Luthi y Lowes en la pelea?

-Todavía es pronto para descartar a estos dos últimos. Quedan cinco carreras y, a pesar de que les aventajamos en unos 50 puntos, puede pasar cualquier cosa.


-Antes de dar el salto a la categoría reina con Suzuki, lograr su primer campeonato mundial supondría una inyección de moral.

-Desde luego. Empezar esta nueva etapa con un título bajo el brazo es lo soñado por cualquier piloto. Pero ahora prefiero no parar a pensar porque la espera podría hacerse larga.


-¿Cree que le está beneficiando el haber resuelto su futuro de forma temprana?

-No exactamente. Antes de firmar mi nuevo contrato, a mediados de junio, ya venía cosechando buenos resultados. Sí que es verdad que a nivel mental uno se siente aliviado, pero ahí queda todo. En la pista no creo que se haya plasmado.


-¿Cuál es su gran referente en MotoGP?

-Tengo muchos. Márquez, Pedrosa, Lorenzo, Rossi... Me gusta quedarme con lo mejor de cada uno porque todos son grandiosos pilotos.


-¿A quién ve como favorito al título?

Tampoco me mojo. (Risas).

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