Shanghái pondrá a prueba el liderazgo de Rosberg

El piloto español, Fernando Alonso, espera correr tras ausentarse en la carrera de Baréin.

Nico Rosberg
Nico Rosberg

El Gran Premio de China de Fórmula Uno, que se disputará este fin de semana en el circuito internacional de Shanghái, mostrará si el liderazgo con que empezó el campeonato Nico Rosberg (Mercedes) se reafirma con un tercer triunfo o cederá ante su compañero Lewis Hamilton o los Ferrari.


Entretanto, para el español Fernando Alonso (McLaren), que se perdió la segunda etapa del campeonato, en Baréin, por sus lesiones tras el violento accidente que sufrió en Australia junto al mexicano Esteban Gutiérrez (Haas), Shanghái podría suponer su regreso al volante de un MP4-31 desde el choque, si los médicos se lo permiten.


Alonso sufrió una fractura en su novena costilla izquierda, lo que le formó una pequeña bolsa de aire junto al pulmón, de ahí que hace dos semanas los médicos no se atreviesen a dejarle correr, ya que un golpe, con las violentas fuerzas de inercia que implican las velocidades de la Fórmula 1, podrían causarle daños en ese órgano.


En principio, se espera que sea mañana mismo cuando los médicos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), después de hacerle unas pruebas médicas, probablemente con una nueva tomografía, decidan si el asturiano puede competir desde este viernes o deberá esperar, tal vez, hasta Rusia a finales de abril.


"Fue una decepción que me dijeran que no podía pilotar en Baréin, pero respeto completamente la decisión del equipo médico de la FIA", declaró en los últimos días el bicampeón mundial español, que acapara 32 victorias en la Fórmula 1 (dos de ellas en Shanghái, en 2005 y 2013), la sexta mejor marca en la historia de este deporte.


"Aunque espero poder volver al volante el viernes, hasta que los doctores no me den la luz verde para correr, sea cuando sea que me lo digan, no podemos dar nada por hecho", reconoció, "pero sigo preparándome para el fin de semana como siempre lo hago".


Entretanto, en lo más alto de la tabla la batalla se sigue librando, un año más, entre los dos pilotos de Mercedes, que gozan en teoría de los mejores monoplazas del campeonato, aunque con unos Ferrari que cada vez están más cerca de ellos técnicamente, como demostró el finés Kimi Räikkönen al quedar segundo en Baréin.


De esta manera, el alemán Rosberg, que lidera la clasificación actualmente tras haber firmado la victoria en las dos primeras pruebas del campeonato, con 50 puntos, podría alargar su liderazgo fácilmente en la prueba de China si repite en el podio.


Con todo, lo que está por ver es si su buen momento actual y su aparente superioridad sobre Hamilton, vigente campeón mundial, se mantienen una prueba más y Rosberg muestra que no hay dos sin tres, y que inicia esta temporada con ganas de que este pueda ser su gran año, o si se queda en un espejismo y ambos están mucho más a la par.


Por ahora el británico, también con dos podios en 2016 (segundo en Australia y tercero en Baréin), le sigue en la tabla a 17 puntos, por delante del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), a 26, y de Räikkönen y el francés Romain Grosjean (Haas), a 32. Rosberg llega como un favorito, pero el campeonato apenas está empezando.


Las estadísticas, en cualquier caso, son buenas para ambos Mercedes: Hamilton suma ya seis podios en Shanghái (cuatro con victoria, en 2008, 2011, 2014 y 2015), mientras Rosberg selló allí la primera pole y la primera victoria de su carrera en la Fórmula 1, en 2012.


Por su parte, Ferrari también ha conocido la victoria en cuatro las 12 ediciones de la carrera china disputadas hasta la fecha: con Alonso en 2013, con Räikkönen en 2007, con el alemán Michael Schumacher en 2006 y con el brasileño Rubens Barrichello en 2004.


Para Alonso, que perdió su monoplaza en Australia, y para su compañero británico Jenson Button, que aseguró que podría haber acabado quinto o sexto en Baréin, pero que tuvo que retirarse allí tras fallar de pronto su unidad de potencia (que no pudo ser reparada y será sustituida en Shanghái), no es un circuito fácil.


Al menos no con sus coches actuales, ya que las temperaturas frescas y el probable viento esperables en la metrópoli china en esta época del año dificultan el calentamiento de los neumáticos, y un clima más caluroso, como el de Baréin, les suele resultar en realidad más favorable.


En la pugna por sumar puntos estarán también el brasileño Felipe Massa (Williams), que va séptimo en la general, a 36 puntos, y el español Carlos Sainz (hijo del bicampeón mundial de 'rallies' del mismo nombre), que en su segundo año en Fórmula 1 va duodécimo, a 48 puntos de Rosberg, tras sumar 2 en Australia y retirarse en Baréin.


El Gran Premio de China se disputará este domingo, día 17, a las dos de la tarde hora local (8 horas CET, 7 horas GMT), en un circuito de 5.451 metros, al que se darán 56 vueltas, con un total de 305,256 kilómetros.


El circuito chino, que cuenta con un trazado muy amplio, con curvas muy cerradas y varias de las rectas más largas del campeonato, incluida la mayor, de 1,17 kilómetros, imita la forma de la palabra china "shang" ("subir", o "junto a"), primera parte del nombre de Shanghái ("Junto al Mar" en mandarín).

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