Meira y Bobadilla, refuerzos en camino

Fernando Meira y Raúl Bobadilla dieron ayer un paso más hacia el Real Zaragoza pese a que el día acabó sin poder cerrar ninguna de las dos operaciones. El mediocentro portugués (que también puede jugar como central) y el delantero argentino tienen ya cerradas las condiciones económicas con la SAD que preside Agapito Iglesias, una circunstancia que terminó de perfilarse en ambos casos ayer lunes.

Los únicos flecos que quedan por detallar, tanto en el caso del veterano Meira como en el del joven Bobadilla, hacen referencia al clausulado de los respectivos acuerdos que el Zaragoza va a adoptar con sus clubes de procedencia. En el caso de Meira, que termina su compromiso con el Zenith San Petesburgo ruso el próximo 31 de diciembre (en Rusia la liga y las temporadas, como en Sudamérica, transcurren con el año natural), ha de decidirse si se trata de una simple cesión hasta junio o si, por el contrario, aún es posible alcanzar un punto de encuentro por el que el lusitano venga a La Romareda en propiedad. En el caso de Bobadilla, la disquisición es mucho más sencilla: será una cesión con total seguridad, aunque falta rematar el pacto de inclusión de una posible cláusula de compra por parte aragonesa en un futuro.

Anoche, las conversaciones con el Zenith quedaron interrumpidas muy pronto para lo que suele ser normal en Agapito como consecuencia de la diferencia horaria (allí son 3 horas más que en España), que juega claramente en contra de los intereses del dirigente zaragocista. Además, el responsable del club ruso volvía de un largo viaje aéreo y, durante muchas horas, estuvo fuera de toda cobertura por lo que fue imposible entablar con él cualquier conversación. Mientras, en la ciudad alemana de Moonchengladbach, Raúl Bobadilla espera con las maletas preparadas que su club, el mítico Borussia, obtenga un acuerdo total con el Zaragoza para firmar su cesión.

Tanto en el entorno del Zenith como en el del Borussia, se tiene la sensación de que en poco tiempo van a consolidarse las dos operaciones. En el Real Zaragoza, pese a que el silencio oficial, en medio de las peculiares condiciones en las que Agapito está llevando a cabo esta vez su revolución de invierno (totalmente en solitario, sin el consejo de sus ejecutivos Pedro Herrera y Antonio Prieto), es lo que reina jornada a jornada, también se emiten gestos de esperanza respecto de la deseada incorporación de estos dos futbolistas cuanto antes.

Mientras estos dos frentes se han activado al máximo este fin de semana, la negociación más larga de lo que va de mercado, la que se lleva a efecto con el Sunderland inglés por la cesión del central paraguayo Da Silva, también está en un punto que obliga a rematarla ya.