ATLETISMO

Más que una carrera

La tercera edición de la prueba cívico-militar del Ebro llega a los 1.700 participantes.

Con tres años de vida, la Carrera del Ebro que se celebra el próximo domingo se ha hecho un hueco importante dentro del calendario regional y nacional. Una prueba que nació con varios objetivos: revalorizar el entorno natural de Zaragoza; convertirse en un referente deportivo y, especialmente, acercar a la sociedad civil a las Fuerzas Armadas. Y el resultado ha sido un éxito. Este año más de 1.700 corredores, todo un récord, respaldan el evento que organizan la Brigada de Caballería Castillejos II, la Asociación de Naciones Unidas en España y la Comisión Española de la UNESCO. El principal padrino de esta cita es el Ayuntamiento con su alcalde al frente, Juan Alberto Belloch, que ayer, durante la presentación en el Acuartelamiento de San Fernando, resaltó que la carrera es un "ejemplo de cooperación cívico-militar" y no dudó en vincularla al Bicentenario de los Sitios de Zaragoza para indicar que "fue el ejemplo paradigmático" de esta acción conjunta entre el ejército y el pueblo. "Es una forma de homenaje a nuestros héroes", añadió. Al acto también acudió la campeona de España de maratón, María José Pueyo, que animó a los ciudadanos a participar.


El Regimiento de Artillería de Campaña nº 20 es el encargado de todo el apartado organizativo. "Cumple su segundo centenario y es el que lleva más tiempo de guarnición en Zaragoza", destacó el general Juan Pinto, que subrayó, entre las novedades, "el carácter humanitario" del evento -los diez euros de la inscripción de destinan a proyectos de cooperación en Líbano y Etiopía-, y la creación del galardón "Palafox de Honor" que se entregará a Belloch durante la celebración del Día de las Fuerzas Armadas.


Una salva de cañón, a cargo de la Asociación de Artilleros de Aragón, será la encargada de dar la salida, a las 10.00, a los participantes. Desde las pistas del Centro Aragonés del Deporte en el Actur partirán los atletas que atravesarán Juslibol, se adentrarán por el campo de maniobras de San Gregorio, para retornar a la instalación deportiva por la ribera del río. "Es una prueba muy dura", reconoció el coronel del Regimiento RACA 20, Ramón Pardo de Santayana, encargado de explicar las características de la prueba. La distancia se amplía a 19 kilómetros, con un desnivel de 340 metros, "muy exigentes ya que arranca y termina con una fuerte pendiente que harán recomendable al deportista dosificar sus fuerzas hasta el final". Los atletas atravesarán los ecosistemas más emblemáticos de la capital -las estepas, la huerta tradicional, la ribera del Ebro- y permitirá un contacto directo con el recinto de la Exposición Internacional, para finalizar con la imagen de las torres de la Basílica del Pilar antes de regresar al CAD. Además, a lo largo del recorrido, habrá material de guerra -ocho vehículos de combate ornamentales- que la Brigada ha instalado para amenizar la carrera. "Incluso se ha preparado un carro-puente que los corredores tendrán que salvar", apuntó Pardo de Santayana.


El tiempo de recorrido está previsto en una hora y dos minutos para el vencedor masculino, que estableció José Antonio Casajús el año pasado, y en una hora y diecisiete minutos para la categoría femenina, en poder de Maribel Martínez. En la planificación de la prueba trabajan veinte personas y en la ejecución se emplean ciento cincuenta personas.