Doha organizará los Mundiales de Atletismo de 2019

La victoria de Doha como organizador de los Mundiales de Atletismo de 2019 sobre Eugene (Estados Unidos) y Barcelona, se suma a las decepciones de España en sus aspiraciones de albergar grandes acontecimientos deportivos y confirma la fuerza de Catar como escenario de los mismos.

Las derrotas de Sevilla (2004, Atenas; y 2008, Pekín) y de Madrid en la elección de las sedes olímpicas de 2012 (Londres), 2016 (Río de Janeiro) y 2020 (Tokio), junto a la de la candidatura Ibérica para organizar el Mundial de Fútbol de 2018 con Portugal, concedido a Rusia, y la sufrida este martes en Montecarlo han golpeado directamente a la pretensión organizadora del deporte español.

Aunque España fue la sede elegida para el Mundial de Balonmano y los Mundiales de Natación de 2013 y este año ha acogido también los Mundiales de ciclismo en ruta en Ponferrada; el de baloncesto, el de vela en Santander y los de Tiro de Granada, las preferencias de las grandes federaciones enfocan a zonas distintas del mapa.

Si Brasil fue el preferido por la FIFA para acoger el Mundial de fútbol de este año y por el COI para acoger los Juegos Olímpicos de 2016, Rusia no ha dejado de ganar espacio en este panorama como sede de los últimos Juegos de Invierno (Sochi 2014) y como sede del próximo Mundial balompédico.

Las ciudades rusas de Kazan y San Petersburgo también disfrutarán de mundiales, como los de natación 2015 y gimnasia rítmica 2017 en la primera y los de hockey hielo 2016 en la segunda.

Y más hacia el Este es innegable la potencia con la que ha irrumpido Catar, un país que sufrió varios rechazos del COI para convertirse en olímpico por sus elevadas temperaturas y que este martes, ante el Consejo Directivo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), alardeó de su capacidad para solucionar ese problema.

Aunque su elección estuvo y aún sigue rodeada de polémica, Catar fue el elegido por la FIFA para el Mundial de 2022 en una elección en la que superó a Estados Unidos, Australia, Corea y Japón.

Su capital, Doha, se impuso este martes por 15 votos del Consejo Directivo de la IAAF frente a los 12 de Eugene (Estados Unidos), mientras que Barcelona cayó en la primera ronda para un proyecto que ansiaba organizar por segunda vez los Mundiales de atletismo al aire libre en España después de Sevilla'99.

La candidatura catarí ofreció a la IAAF, durante la presentación de su proyecto ante el Consejo, 37 millones de dólares en concepto de patrocinio durante los próximos cinco años.

Pero Catar también puede presumir de futuros acontecimientos deportivos de primer nivel que se disputarán en los próximos años, como los campeonatos del mundo de balonmano (2015), ciclismo en ruta (2016), gimnasia artística (2018) y fútbol (2022).

Mientras las candidaturas a una y otra competición se empeñan en dar valor a las infraestructuras con las que cuentan y el peso que los deportes tienen en sus países, los criterios de elección siguen siendo un enigma que cada vez se vincula más a la situación económica, que jugó en contra de Madrid 2020.

Tras la decepción sufrida este martes por el proyecto de Barcelona, respaldado por el Gobierno, España espera cerrar 2014 con la concesión del Mundial de baloncesto femenino que se celebrará en 2018, con una agenda en la que solo figuran dos citas como la Universiada de Invierno de 2015 en Granada y los Juegos Mediterráneos de 2017 en Tarragona.