Luchadores de todo el mundo se baten en combate medieval en Belmonte

Centenares de luchadores, procedentes de los cuatro continentes, están participando en el Campeonato Mundial de Combate Medieval que ha comenzado a celebrarse en Belmonte (Cuenca), en el que los competidores se baten en duelo con armas del medievo como espadas, mazas, hachas y escudos.

El campeonato, que se va a prolongar hasta el próximo domingo, se celebra en un espacio situado junto al castillo de Belmonte, una fortaleza del siglo XV que mandó construir el marqués de Villena, Juan Pacheco, que ha servido de escenario para numerosas películas.

Miles de personas han contemplado los primeros combates del campeonato, que por primera vez se celebra en España y ofrece hasta el próximo domingo, 4 de mayo, la posibilidad de conocer este deporte en auge, en el que se utilizan armas y armaduras de los siglos XIV y XV.

En su primera jornada, ya ha sido una cita multitudinaria, que no se han querido perder familias enteras llegadas desde muchos rincones de nuestro país ni tampoco los amantes del medievo, además de numerosos jugadores de roll de toda España.

Al mediodía ha tenido lugar la ceremonia de apertura y los equipos de los diecinueve países que participan en este campeonato han desfilado por las faldas del castillo hasta el palenque de unos 800 metros cuadrados, donde tienen lugar los enfrentamientos, en todo momento arropados por el numeroso público en una jornada calurosa en el que se han llegado a superar los 26 grados.

Los primeros han sido los estadounidenses, un nutrido grupo de fornidos luchares que han dado paso a otros países con combatientes que no lo son menos de Japón, Alemania o Suiza, aunque el más aplaudido ha sido el equipo español capitaneado por Cristian Bernal, seleccionador nacional.

Tras un descanso para el almuerzo en las jaimas de los equipos, instaladas por todo el recinto amurallado, ha comenzado a las 15:30 horas el enfrentamiento de 5 contra 5.

Es una de las tres categorías principales junto con el duelo (uno contra uno) y combate por equipos de 16 contra 16.

Los enfrentamientos entre caballeros con armas y armaduras homologadas y revisadas por los jueces , para comprobar que cumplen con un estricto reglamento, ha tenido gran seguimiento entre el público, que abarrotaba el recinto y comentaba los enfrentamientos con frases como: "se dan mamporrazos de verdad".

Los luchadores, cerca de 500, empuñan espadas, mazas, hachas y escudos, cuyo peso oscila entre los 20 y 30 kilos, por lo que algunos de los combates han tenido que paralizarse temporalmente para atender a los luchadores.

Algunos han salido en camilla del palenque y han tenido que ser atendidos por los servicios médicos y en sus rostros, además de sudor tras quitarse el yelmo, se podía comprobar el esfuerzo que supone salir al campo de batalla, donde las armas no tienen ni punta ni filo por motivos de seguridad.