Escuela de ciclismo

"Sin cantera, el ciclismo está muerto"

Sergio Larrosa, presidente de la recién creada Escuela Ciclista Zaragoza, explica las claves de este proyecto, que pretende enseñar a los niños a disfrutar con el deporte al tiempo que forma corredores y personas

Los niños de la escuela de ciclismo
"Sin cantera, el ciclismo está muerto"
J. M. A.

Llegaba el fin de semana y la energía e ilusión de los más pequeños, contenida desde el último domingo, destilaba en cada pedalada. El parque, el velódromo, la carretera… Cualquier lugar era bueno para practicar el deporte de sus sueños en compañía de otros chicos de su edad. Y de apasionados del ciclismo que, por amor, invertían su poco tiempo libre en formar a los corredores del futuro, sobre la bici y fuera de ella. Una bonita escena que, poco a poco, costaba más encontrar.


Mientras las nuevas alternativas de ocio reducían el número de chavales dispuestos a disfrutar sufriendo, la crisis se llevaba por delante los escasos respaldos económicos que el deporte de las dos ruedas tenía en Aragón. Así, el verano pasado, con la base huérfana y conscientes de que sin cantera no hay porvenir, nació la Escuela Ciclista Zaragoza. Un proyecto emergente liderado por el veterano Sergio Larrosa (Zaragoza, 1978) que con el respaldo del Club Ciclista Zaragozano está logrando recuperar una estampa que parecía perdida.


Sábado, 10 de la mañana… Esperaba encontrarme menos bicicletas. ¿Con cuántos chavales contáis?

En estos momentos, tenemos 16 en escuelas y 12 en cadetes. También contamos con un juvenil y un sub-23.


La edad condiciona la actividad. ¿Qué dinámica seguís?

Evidentemente, un chico de seis años no puede ni debe hacer lo mismo que uno de 15. Por ello, aunque muchas veces quedamos todos juntos, tenemos preparado un plan específico para cada categoría. Se trata de ofrecer una actividad deportiva, basada en el ciclismo, acorde a la edad y condición de los chavales. En cualquier caso, se combina el montar en bici con otras dinámicas no menos necesarias, como puedan ser los estiramientos y la concienciación en materia de seguridad vial (uso del casco, etc.). Todo ello con el objetivo de relanzar el ciclismo.


De relanzar el ciclismo desde la base. Es vuestro objetivo, ¿no?

Exacto. Sin cantera, el ciclismo está muerto. Desde la Escuela Ciclista Zaragoza ofrecemos una actividad de educación mediante el deporte, donde transmitimos los valores para desarrollar las capacidades físicas e intelectuales de todos aquellos que quieran sumarse a nuestro proyecto. No se trata de inculcar a un chico de siete años que tiene que llegar a profesionales, sino de conseguir que ese chico disfrute con la bicicleta junto a sus amigos, adquiriendo al mismo tiempo los valores que lleva implícitos la práctica del ciclismo. Constancia, esfuerzo, disciplina, espíritu de superación, trabajo en equipo…


¿Cuál es vuestro público objetivo, que se diría en el argot empresarial?

Nos dirigimos a personas de entre 6 y 16 años, pues abarcamos dos categorías: escuelas y cadetes. Así cubrimos la base. No obstante, si acude gente de más edad, no cerramos las puertas. Hablamos con ellos y, en función de sus intereses y objetivos, le aconsejamos una cosa u otra. Por ejemplo, como he dicho antes, contamos ahora mismo con un juvenil y un sub-23 que correrán por libre bajo el amparo del Club Ciclista Zaragozano. Quién sabe si, con el tiempo, tenemos nuevas incorporaciones y podemos formar equipos superiores.


¿Con qué intenciones de futuro se parte?

La intención es consolidarnos para impulsar la práctica del ciclismo entre los más pequeños, que no dejan de ser el futuro. Ojalá algún día podamos ocupar el sitio que ha dejado el recién desaparecido CAI. Aunque la situación es complicada, somos ambiciosos. Nos hemos dado cuenta de que, por más que se diga, hay chicos dispuestos a montar en bici (basta con darse una vuelta un fin de semana por la ciudad). Tenemos que dar cabida y un respaldo a todos ellos. Al igual que los futboleros quedan a jugar su partido todos los sábados, los amantes de la bici, por pequeños que sean, pueden juntarse a rodar en grupo. Es lo que queremos conseguir.


Para lograrlo, ¿con qué grupo humano se cuenta?

Desde el principio fuimos conscientes de la necesidad de disponer de técnicos y monitores que asesoren, guíen y controlen a cada uno de los chicos. Afortunadamente, contamos con grandes personas y entendidos del ciclismo que hacen todo mucho más fácil, siempre bajo el vital respaldo del Club Ciclista Zaragozano.


Por un lado, Ramón Larrosa, con una dilatada experiencia tanto en la práctica del ciclismo con en la dirección de equipos, lleva a los cadetes, mientras que Alberto García, profesor de Educación Infantil, es el encargado de la escuela junto a Emilio Lamata. Por su parte, David Marco es el preparador físico.


Además, contamos con distintos colaboradores, como el fisioterapeuta Pablo Herrero (Fisioterapia Valdespartera) y Alberto Roca (gimnasio Millennium), lo que nos permite afinar al máximo la preparación de los chavales. También contamos con el apoyo de Javier Castañer (director técnico) y del periodista José María Albalad, encargado de la comunicación. A todos ellos les estamos muy agradecidos.


Desde la Escuela, al margen de los equipos, se organiza lo que habéis bautizado como “Pedaleando”. ¿En qué consiste esta iniciativa?

Es nuestra actividad de captación. Cada quince días –aproximadamente–, salimos a parques públicos y organizamos nuestras propias dinámicas para la formación de los más pequeños. Es como una primera toma de contacto con los chicos y sus familias para que nos conozcan. Así, todo niño que tenga una bicicleta está invitado a participar. Sin compromiso alguno. Simple y fácil, no hemos inventado nada. Esto nos permite incorporar savia nueva a la Escuela, pues los que vienen, por lo general, quieren repetir.


¿Qué dirías a unos padres para que llevaran a su hijo a practicar ciclismo con vosotros?

Que estamos seguros de que el niño disfrutará de la experiencia y que, en un futuro, se lo agradecerá. Como he comentado anteriormente, con la práctica del ciclismo se aprenden muchos valores que, más allá del deporte, sirven para la vida. Por otro lado, y más siendo pequeños, es mejor que monten en bici junto a gente de su misma edad, supervisados por técnicos cualificados.


¿Y al chico para que probara?

Los chicos están dispuestos a hacer deporte, y más al aire libre. Eso les gusta, a los niños no hay que convencerlos. Ya lo están. Es más cuestión de los padres. De hecho, todos los que han estado, han vuelto, y la mayoría han terminado apuntándose a la escuela.


¿Cómo podrían contactar con vosotros?

Estamos en las instalaciones del Club Ciclista Zaragozano, en la calle Celanova número 2 (bajo). El horario de atención al público es los viernes por la tarde. Otra opción de conocernos es a través de nuestra página de Facebook (Escuela Ciclista Zaragoza), donde vamos informando de todas las actividades. Además, con la llegada del nuevo año tendremos disponible nuestra Web oficial, un importante punto de encuentro más.


Celebrarías satisfecho el primer aniversario si…

Si en un año vemos que el proyecto está consolidado en número de chicos y en materia económica. Sería una magnífica noticia para el ciclismo aragonés.