Complicado futuro

Aragón pierde su referente ciclista

El CAI-Club Ciclista Aragonés, equipo decano del pelotón élite y sub-23, desaparecerá a finales de este año si la entrada de un nuevo patrocinador no lo remedia

El director Luis Escribano da indicaciones a sus corredores
Aragón pierde su referente ciclista
C.C. ARAGONÉS

Era una época diferente. Las gorras hacían de casco, no sorprendían los ataques suicidas en etapas épicas y los corredores, con todo mucho menos monitorizado, se guiaban por sensaciones más que por vatios y pulsaciones. Fue entonces, en noviembre de 1985, cuando vio la luz el CAI-Club Ciclista Aragonés, un proyecto ambicioso respaldado por estas dos entidades que, tras 27 años formando profesionales de las dos ruedas, se encuentra al borde del abismo.


“Ya es oficial. A no ser que surja un nuevo patrocinador en las próximas semanas, los aragoneses que quieran seguir corriendo en la categoría élite y sub-23 [antesala del profesionalismo] lo tendrán bastante difícil”, asegura apenado Luis Escribano, director deportivo de la formación naranja, al tiempo que agradece “el apoyo incondicional que CAI ha brindado durante todo este tiempo, tanto al conjunto principal como a las escuelas de iniciación”.


Mientras, la plantilla actual sigue entrenando y compitiendo como si nada pasara. Si cabe, “con algo más de rabia y resignación”, señala Jesús Olmos, Campeón de Aragón élite. Una mezcla explosiva que impulsa a los ciclistas, jóvenes que, impregnados del espíritu luchador que caracteriza a este deporte, acuden a las últimas citas de la temporada con ganas de darlo todo sobre el asfalto. “El compromiso es altísimo. Como demuestran las clasificaciones, se está peleando hasta el final de un modo admirable”, añade Escribano.

Sueños en el aire

Sin embargo, a pesar de la entereza, los integrantes del conjunto aragonés miran ya de reojo a un trágico desenlace. Y es que la crisis económica hace difícil la llegada de apoyos. “En que sea definitivo, habrá que replantearse el futuro. Si quiero seguir corriendo, no me quedará otra que tocar la puerta de equipos de fuera”, explica Alberto Just, quien a sus 20 años ya ha destacado a nivel nacional: “Me estoy encontrando muy bien, veo que progreso. La medalla de bronce ganada este año en el Campeonato de España de contrarreloj individual ha sido un plus de confianza, como lo fue el título autonómico en mayo. El 2013 debe ser clave para despuntar.”.


Al igual que Just, sus compañeros destilan impotencia. Han sido los encargados de estampar, en el pasado más reciente, el sello aragonés por las carreteras de toda la geografía española. Y, con todo, ven cómo peligra su presencia en la serpiente multicolor. Un objetivo que puede esfumarse de la noche a la mañana. Un sueño que otros, en su lugar, hicieron realidad.


El mítico Fernando Escartín, David Cañada, José Miguel Elías, Jorge García, Javier Ruiz Francés, Jesús Marcial, Sergio Pérez, Diego Tamayo o Ángel Vicioso, que acaba de concluir una brillante Vuelta a España custodiando a ‘Purito’ Rodríguez, son solo algunos de los corredores que, saliendo de la cantera del CAI, han llegado a saborear las mieles del campo profesional. Una meta al alcance de unos pocos privilegiados que requiere de este tipo de equipos, escuelas donde las futuras estrellas aprenden el oficio.


Para seguir con su labor, el Club Ciclista Aragonés necesita un respaldo inminente. Los resultados reflejan su buen hacer, le respaldan. Los de 2012 y los de siempre, los almacenados a lo largo de veintisiete temporadas ininterrumpidas de caídas, retos y victorias, de pasión por el ciclismo. El palmarés acumulado habla por sí solo. La propia historia también. Son el mejor aval para un conjunto que agoniza entregado.