Ser la abanderada de la selección española en los Juegos Paralímpicos de Londres era la «mejor medalla» que podía conquistar Teresa Perales en Londres. Pero la ambición de esta nadadora no tiene límites, y en el Centro Acuático se ha propuesto atrapar el mejor botín. Ya lleva cuatro metales: el primero, plata en los 50 metros libres, la coronó como la mejor deportista paralímpica de la historia de España; luego llegaron la plata en 200 libres y el bronce en 100 braza. Y el último se lo colgó el pasado martes, un bronce en los 200 estilos que le supo a oro y que redondeó la cifra de preseas a veinte. Hoy volverá a colocarse en el poyete para saltar con decisión y nadar con «toda mi alma» en busca de la ansiado oro: por la mañana (12.13 hora española, eliminatoria), toca la prueba de 50 mariposa; por la tarde, la final (20.34), y doblete con el relevo 4x100 estilos (21.57). El sábado cerrará el concurso en sus cuartos Juegos con los 100 libres.

¿Cómo se encuentra?

Feliz, muy contenta por las cuatro medallas que ya tengo en la maleta. Pero, sobre todo, estoy emocionada por la repercusión que está teniendo mi trabajo y el de todos los paralímpicos españoles. Los medios de comunicación os estáis portando muy bien.

Usted no tiene límites...

Quería seis medallas y creo que las puedo conseguir. La del martes (100 braza) fue la más complicada de todas y por poquito la conseguí enganchar. Me hubiera gustado haber sumado el oro el primer día o el tercero, ya que eran pruebas donde tenía más opciones. Es la espinita que tengo clavada. Los deportistas siempre queremos subir a lo más alto, pero también hay que tener en cuenta a nuestros rivales. 

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