Juegos Tradicionales

La calle y la plaza como lugar de juegos

Los juegos tradicionales aragoneses vuelven a las calles con las fiestas patronales, lugar de donde nunca se fueron ¿o sí?

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J. BLASCO

La rana, el tiro de barra aragonesa, los bolos de Used o el tiro de soga son juegos que todo el mundo conoce, a los que todo niño ha jugado, pero que sin embargo, solo tienen protagonismo en las fiestas patronales.


A pesar que la Federación Aragonesa de Deportes Tradicionales reconocen estos juegos como tal, las nuevas tecnologías, el éxodo a la ciudad y la eliminación de espacios al tiempo libre donde se practicaban han provocado casi su desaparición.


Sin embargo, con la llegada del mes de agosto y las fiestas patronales, estos juegos tradicionales vuelven a su lugar. A la calle y la plaza. Donde los niños aprenden, juegan y 'retan' a los más mayores a ser los más habilidosos en el tiro de rana o los que más bolos derriban.


“Su patrimonio cultural a lo largo de la historia y su transmisión de unos valores de generación en generación hacen que no se deban perder en el olvido”, explica Óscar Gaspar, licenciado en CCAFD y especialista en juegos tradicionales.


Los juegos tradicionales en los días festivos

A pesar de que estamos acostumbrados a ver estos juegos durante los días festivos de verano, esto no es una novedad.


En su origen muchos de estos juegos nacieron con un espíritu de la celebración. El festejo se organizaba mientras que el pregonero anunciaba su comienzo para atraer al público."Otras veces se jugaba en la clandestinidad ya que los hombres solían hacer apuestas económicas sobre todo en los juegos de puntería y habilidad. Cosa prohibida en la época", explica.


Los bolos de Used

Entre los juegos tradicionales aragoneses, el de los bolos nacido en la localidad zaragozana de Used es uno de los más practicados. “Era un juego de mujeres ya que existía una gran diferenciación sexista en la época.”, explica.


La dinámica del juego tiene particularidades especiales respecto a los bolos actuales. Con dos lanzamientos el participante debe derribar los 9 bolos que están colocados en círculo en los agujeros hechos en el pavimento. En esta ocasión, el rey y la reina son dos bolos que condicionan la partida. Pueden ser derribados en el primer lanzamiento. Si no es así, en la segunda fase del juego será necesario 'casar los bolos', es decir, derribarlos uno a uno o cargándoselos en el antebrazo para proyectarlos contra los otros desde el lugar donde ha caído la maza tras el primer lanzamiento.

El vino en juego

La barra aragonesa se solía practicar los domingos y fiestas de guardar después de misa, para apostarse el vino. Uno de los juegos tradicionales más prácticados sigue siendo este lanzamiento aragonés en el que “no todo es fuerza ya que la barra debe caer por su punta y hay que lanzarla de forma muy precisa", explica.


Su dificultad y espectacularidad hace que cada vez más gente se anime a practicarlo. “Es uno de los deportes de más competitividad. Exísten clubes específicos y categorías por edad como en otros deportes”, explica Gaspar.


Buenos para los más pequeños

"Son juegos que por las características físicas que tienen, dónde interviene la fuerza, la puntería, la agilidad, la velocidad, el equilibrio, los lanzamientos y las recepciones son muy apropiados para el desarrollo psicomotor del niño", defiende.


Pero no solamente para la salud, también para la convivencia, la solidaridad y el compañerismo. "Animo a los más mayores a que acerquen su experiencia a los nietos porque el juego tradicional es un elemento canalizador, altamente lúdico, en cohesión con otras personas y con una historia detrás muy grande", afirma el experto, "todo esto no lo da la 'Play'", concluye.