Ciclismo

La montaña pierde protagonismo

Los contrarrelojistas tendrán 100 kilómetros para tratar de despegarse de los escaladores que echarán de menos puertos como el Alpe D'Huez y el Galibier.

La montaña, este año sin Alpe D'Huez ni Galibier, pero con el Tourmalet en el programa, dejará el protagonismo al reloj en el Tour de Francia que comienza el próximo sábado en Lieja (Belgica), donde los contrarrelojistas tendrán 100 kilómetros para tratar de despegarse de los escaladores.


El recorrido confeccionado por la organización solo ha incluido tres finales en alto, con un total de 25 puertos de primera,segunda o fuera de categoría: 6 de ellos en los Alpes y 11 en unos Pirineos que definirán el ganador final en París. La Planche des Belles Filles (7a), La Toussuire-Les Sybelles (11a) y Peyragudes (17a) serán los finales de etapa en ascensión.


Entre los puertos míticos se van a echar de menos algunos como el Alpe D'Huez y el Galibier, pero incluye otros ilustres, como el Grand Colombier, La Madeleine, la Croix de Fer, el Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde.


El primer final en alto llegará en la séptima jornada, en La Planche des Belles Filles, un puerto de 6,2 kilómetros pero con rampas finales temibles al 20% y del 28%.


Después del primer examen de los favoritos, llegará la media montaña en la octava jornada, con seis cotas, la última, el Col de la Croix, a sólo 15,8 kilómetros de la línea de meta, por lo que podría desencadenarse una interesante batalla por la etapa.


Más emoción en la décima etapa, que endurecerá el recorrido con un gran coloso como el Grand Colombier y el ascenso a Riechmond, a 19 kilómetros de la llegada.


La alta montaña se presentará en la undécima etapa, ya en los Alpes, una jornada corta, de 140 kilómetros pero con los ascensos consecutivos a La Madeleine, Croix de Fer, Mollard y el final en La Toussuire. La primera jornada reina, donde los escaladores tratarán de ganar tiempo a los contrarrelojistas.


Más alicientes un día después, con los puertos del Gran Cucheron y Granier, pero situados al comienzo de la etapa más larga del Tour 2012, con 226 kilómetros.


La decimocuarta etapa llegará a Foix, con dificultades destacadas, el Portel, Lers y el Muro de Péguerè, aunque a 40 kilómetros de la meta. Será el aperitivo antes de la última prueba pirenaica.


Nombres ilustres de la historia del Tour en la decimosexta etapa: Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde, camino de Bagneres de Luchon. La jornada más esperada de los Pirineos, antes del remate final con la decimoséptima jornada con la ascensión al Menté, Ares, Balés y el último final en alto en Peyraguedes. Una etapa dura, pero de corto kilometraje: 143,5 kilómetros.