Eguibar, un campeón formado en el Pirineo

El rider vasco ha hecho historia en el snowboard al conquistar dos subcampeonatos mundiales en Sierra Nevada

El 'rider' vasco Lucas Eguibar
Lucas Eguibar, doble subcampeón mundial de snowboard.
Efe

Ni Nadal, ni Gasol, ni el genial Iniesta: Lucas Eguibar es el deportista nacional del momento. A sus 23 años, el ‘rider’ donostiarra, formado en las nieves del Pirineo aragonés, ha hecho historia en el snowboard al conquistar -en solo 24 horas- dos subcampeonatos mundiales en Sierra Nevada. El domingo, tras un descenso de infarto en el que únicamente fue superado por Pierre Vaultier (Francia), obtuvo una meritoria medalla de plata en la disciplina de ‘boardercross’ individual; ayer, casi sin tiempo de paladear un éxito que definió como “importante para el país entero”, volvió a subir al segundo cajón del podio junto a su compatriota Regino Hernández.

El equipo de Estados Unidos -la pareja que formaron Nick Baumgartner y Hagen Kearny- se hizo con el oro pese al buen hacer de Eguibar, que recogió el testigo en tercera posición, rebasó al canadiense Hills, y tuvo que esperar a la foto final para verificar que por centímetros no había culminado la proeza. “Antes de empezar la competición hubiese firmado estas dos medallas y estoy más que satisfecho por el trabajo realizado. La del domingo me hizo especial ilusión porque fue fruto del esfuerzo personal; en equipos me quedó la espina de haber fallado cuando adelantaba al primero, pero vendrán nuevas oportunidades”, valoró, una vez completadas dos actuaciones que contrastan con lo que estaba siendo su temporada.

Una lumbalgia le impidió participar en la Copa del Mundo de La Molina (Gerona) y, con los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) a la vuelta de la esquina, necesitaba relanzar una carrera que se empezó a fraguar en las pistas de Astún y Candanchú. ‘Luki’ -así se le conoce en el circuito- pasó la infancia en Jaca, donde alternó los estudios en los Escolapios con los entrenamientos del Club Mayencos. “Llegué con 11 años y, curiosamente, mis primeros pasos en la nieve fueron en el esquí, pero después probé la tabla con buenas sensaciones y quedé atrapado. Así, decidí dar un giro en mi vida para tomarme en serio el ‘snow”, recuerda ahora, sobre una etapa que concluyó con la llamada de la selección española.

“Lo hice bien en un Campeonato de España y, a partir de ahí, empezaron a incluirme con asiduidad en el equipo nacional. Fue entonces cuando, con 15 años, abandoné Jaca e intensifiqué mi dedicación en los Alpes suizos”, añade Eguibar, que desde entonces ha experimentado una progresión meteórica. En 2013 alzó el título de campeón del mundo júnior; en los Juegos de Sochi (Rusia) fue diploma olímpico; y en 2015, a los 21 años, conquistó su primera Copa del Mundo. Éxitos que dejaron entrever lo confirmado en los últimos días: Eguibar está listo para recoger el relevo de los Paquito Fernández Ochoa (bronce en Saint Moritz 1974), Juanito Muehlegg (oro y plata en Lahti 2001) o Queralt Castellet (plata en Kreischberg 2015), últimos españoles en lograr medallas en Mundiales de pruebas sobre la nieve.

“Todavía soy joven y me queda mucho por aprender. No puedo detenerme a contemplar lo que ya he hecho; toca mirar hacia adelante y pensar en lo que viene: la próxima Copa del Mundo de Suiza”, adelanta, haciendo referencia a un evento que se disputará entre el 24 y el 26 de este mismo mes de marzo. Entre tanto, Aragón volverá a estar presente en sus entrenamientos. Las rampas de Formigal le verán prepararse para la última gran cita del calendario invernal.

La tragedia como motivación

En plena preparación para los Juegos de Sochi, Eguibar soportó un episodio que ha terminado por servirle de estímulo. Su hermano Nicolás, tres años mayor que él, sufrió un grave accidente de moto que le provocó importantes daños cerebrales. Dos meses en coma permaneció, antes de emprender una lucha que motivó la grabación del cortometraje ‘Gigantes paralelos’. En él se muestra cómo trabaja por recuperar las funciones vitales, al tiempo que Lucas, ya repuesto del varapalo de ver a Nicolás en ese estado, se propone llegar a ser el mejor snowboarder del mundo. A uno se le ve esforzándose en el gimnasio; al otro, compitiendo sobre su tabla.

“La idea surgió al hablar con Lucas Saez -su responsable de prensa- y todavía lo siguen enseñando en las escuelas y universidades. Eso me motiva más que cualquiera de los reconocimientos -fue premiado en su momento en ‘Skimetraje’, festival de cortos de esquí y snowboard del Pirineo- que ha obtenido”, concluye Eguibar, que siempre dedica los triunfos a su hermano.

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