El parón invernal, con la disputa de la Liga Levante-Aragón de hockey sala, ha llenado de ilusión la maleta del Honigvogel. Las ocho victorias logradas de forma consecutiva por los zaragozanos les han llevado a alzarse con el minitorneo a falta de una jornada y se contemplan como el mejor aval hacia la lucha por el ascenso a la División de Honor B de hierba. Objetivo ineludible que tratarán de consumar frente a los mismos rivales pero en un escenario muy distinto.

Poco tiene que ver la forma en que se compite en este paréntesis de aproximadamente dos meses con lo que es el resto de la temporada. En la modalidad cubierta participan solo cinco jugadores; en hierba, 11. Además los entrenadores suelen aprovechar para dar descanso a parte del bloque, pensando en la exigencia de los compromisos futuros.

No es el caso del preparador del Honigvogel, César Hernández, que desde el comienzo afrontó la Levante-Aragón de sala con el "máximo respeto". En la primera concentración ya alcanzaron el liderato, al imponerse a Carpesa (3-4), Valencia (1-3) y San Vicente (2-4); en la segunda, Carpesa y Giner fueron los conjuntos que hincaron la rodilla; y el pasado fin de semana Giner, Xaloc y San Vicente tampoco pudieron frenar una trayectoria que el propio Hernández define como "brillante".

"Los últimos inviernos ya estuvimos a punto de lograr esta liga de sala, y al final la hemos conseguido. El juego desplegado ha sido realmente bueno, con momentos en los que pasamos por encima a los rivales", explica Hernández, que entiende que los duelos ante Carpesa y San Vicente fueron los más complicados. "Estos dos equipos siempre nos crean muchos problemas, pero por suerte pudimos vencer. Estoy satisfecho con el rendimiento de una plantilla que combina juventud con veteranía. Tenemos una media de edad de 20 años", añade, antes de ensalzar a sus dos hombres más destacados.

"Entre los mayores me quedo con el papel de Alejandro Mir (32 años), que en sala es uno de los mejores jugadores que hay. Después, Arturo Serna (19 años) ha demostrado que tiene un grandioso futuro por delante. Veremos hasta dónde puede llegar", señala Hernández, que se marca metas ambiciosas: "Haber ganado esta liga demuestra que podemos competir para alcanzar el ascenso. Es cierto que lo que tenemos por delante es una competición totalmente distinta, pero vamos cuartos y podemos entrar en el 'play off' para luchar por el objetivo. Queda mucho todavía".

El próximo sábado, Honigvogel disputará los dos últimos partidos de la Liga Levante-Aragón de sala en Garrapinillos. Después, retomará la hierba para reafirmar las magníficas sensaciones que viene evidenciando. "Para nosotros, este periodo ha supuesto un punto de inflexión. Hemos cogido moral para afrontar lo que viene y estamos convencidos de poder seguir creciendo. Confío mucho en estos jugadores", concluye Hernández.