El atleta aragonés Toni Abadía, que fue eliminado en la primera eliminatoria de los 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, afirmó que la prueba fue una de las que más sufrió en su vida debido a que aún no se había recuperado de una indisposición estomacal sufrida hace dos días.

"Ya estaba mermado. En los últimos dos días sólo he comido dos platos. Tenía un virus estomacal y tenía serias dudas de poder salir porque se me subió la temperatura. Y, bueno, por lo menos he salido. La verdad que la imagen que he dado no es la que me hubiera gustado, pero es bastante poder estar aquí y poder llegar a meta porque ha sido una lucha constante contra mí mismo", dijo el mediofondista en los vestuarios.

El aragonés, que fue bronce en la final europea de los 10.000 metros, se quedó del grupo en los primeros 1.000 metros y tuvo que hacer un gran esfuerzo para no ser doblado por los que marchaban al frente.

Al final terminó en la posición 22 entre los 26 competidores, con un tiempo de 14:33.20, con una diferencia de un minuto y trece segundos con respecto al vencedor de la eliminatoria, el estadounidense Paul Kipkemoi Chelimo (13:19.54).

"Estuve muy mal toda la carrera. Las sensaciones ya era malas. Hace dos días tuve un virus estomacal. Está claro que no me he recuperado", afirmó.

Abadía dijo que, pese al problema físico, hizo un gran esfuerzo por disputar la eliminatoria olímpica y por intentar lo mejor de sí.

"Aunque eso sabe muy poco porque la verdad es que he llegado más de un minuto alejado de mi mejor marca. Es un día muy triste para mí. Pido disculpas a todos los españoles y a todos los que me siguen porque no es lo que esperaban de mí", afirmó.

Agregó que su prioridad ahora es recuperarse al 100 por ciento para seguir su carrera e intentar rehacerse.

El español aseguró que, en buenas condiciones, consideraba factible la posibilidad de llegar a la final olímpica de los 5.000 metros.

"A todo lo pasado, sí parecía factible la clasificación, por las marcas que teníamos todos los españoles. Pero corriendo la segunda semifinal, que podía ser más asequible por el ritmo que se ha impuesto, me he quedado sin fuerzas y ha sido una agonía constante el hecho de llegar a la meta e incluso de que no me doblaran. Ha sido una pelea contra uno mismo", afirmó.