ALPINISMO

Los sherpas confirman la cima de Miss Oh

Dawa Ongju y Pema Chering desmienten a Pasaban y aseguran que la coreana sí coronó el Kangchenjunga.

La alpinista coreana Oh Eun Sun sí coronó el Kangchenjunga en mayo de 2009, según confirmaron dos de los tres sherpas que la acompañaron, que negaron haber hablado posteriormente de este asunto con la española Edurne Pasaban. "Llegó a la cima. Uno, dos y tres. Nosotros somos budistas y no mentimos", declaró en Katmandú el sherpa Dawa Ongju. Otro de los sherpas, Pema Chering, también confirmó que Oh alcanzó la cumbre. La alpinista española Edurne Pasaban mencionó los nombres de Ongju y Chering entre los sherpas que, dijo, habían afirmado que la coreana Oh no había llegado hasta la cima del Kangchenjunga en su intento de alcanzar los 14 "ochomiles". "Alcanzamos la cumbre a las 17.45 horas y, como hacía viento, la fotografía no estaba muy clara. Esto pudo levantar dudas sobre la ascensión", declaró el sherpa Ongju.

Ongju, que ha alcanzado 10 de los 14 "ochomiles", reconoció haber coincidido con Pasaban el año pasado en el Kangchenjunga y este año en el Annapurna, aunque manifestó que no hablaron con ella sobre la ascensión de la coreana.

"No nos preguntó nada de Oh", dijo. El sherpa llegó hace pocos días a Katmandú tras escalar el Annapurna con Oh y ayudarla a completar su carrera por los 14 "ochomiles", por delante de Pasaban, quien dudó de la marca del Kangchenjunga.

En el Annapurna, Ongju coincidió en el campo IV (6.950 metros) con los españoles Carlos Pauner y Juan Oiarzábal, durante los agónicos momentos en los que ambos intentaban el rescate de su compañero fallecido Tolo Calafat, quien se había descolgado del grupo en el descenso. Según Ongju, Oiarzábal le dijo con aspereza desde dentro de su tienda: "Oh, sherpa coreano, ve y busca a nuestro amigo. Te daré 100 dólares", versión muy diferente a la dada por Oiarzábal, quien aseguró haber ofrecido 6.000 euros a cada sherpa para que participaran en el rescate y sostuvo que Calafat podría haberse salvado con su ayuda. Dawa, en todo caso, lo vio imposible: "Me habría costado doce horas llegar hasta allí. No había dormido y estaba muy cansado. No estaba en condiciones de llegar tan alto", agregó.