López Bueno dice adiós a 15 años de profesional

El Palacio de los Deportes de Zaragoza fue ayer el escenario de una noche de sentimientos. La emoción, el nerviosismo y la ilusión se palpaban en los semblantes de los que se subían a un cuadrilátero para boxear en uno de sus primeros combates. Los focos, sin embargo, apuntaban a un solo hombre, a José Antonio López Bueno. El boxeador zaragozano, campeón del mundo del peso mosca en 1999, se despidió del que ha sido su mundo durante las dos últimas décadas.

López Bueno puso fin a su carrera profesional y lo hizo como más le gusta: en Zaragoza, rodeado de los suyos, de algunos de los que hace 11 años presenciaron su victoria más importante, pero también con los jóvenes boxeadores que sueñan un día con llegar a donde él llegó. El aragonés quiso brindar con la velada 'Boxeo y Solidaridad' una nueva oportunidad a los noveles para demostrar que tienen un futuro entre las cuerdas de un ring.

Ellos fueron los protagonistas durante gran parte de la noche. Ante cerca de 800 personas, los boxeadores de los gimnasios de Zaragoza Apolo, Seúl, Jabi Sancho y Kyobox intercambiaron golpes con otros deportistas venidos desde Barcelona, Madrid y Soria.

La cita arrancó a las 20.30 con un combate entre Jonatan Pacheco y Daniel Linares (Apolo). El Zaragozano obligó a rendirse a su rival en el tercer asalto. Fue el comienzo de una noche en la que seguirían siete combates más amateur, tres de neoprofesional y uno profesional con los últimos movimientos de López Bueno.

Fue especial la primera aparición de la boxeadora Laura Sancho, del Jabi Sancho, que aguantó los nueve minutos ante una adversaria más experimentada.

Las exhibiciones de capoeira, jui-jitsu y taekwondo amenizaron el espectáculo, pero el momento cumbre llegó pasada la medianoche. López Bueno, tras 15 años de profesionalismo salió para ofrecer sus últimos puñetazos a su público. Ahora comienza una nueva etapa enfocada a enseñar y promocionar su deporte.