TRAGEDIA EN EL ANNAPURNA

"La cuerda que pusimos ya no estaba cuando bajamos"

El alpinista aragonés Carlos Pauner hace referencia a la insolidaridad de Miss Oh. La coreana incluso llegó a retirar la cuerda colocada en la subida por los españoles, lo que dificultó el descenso desde la cumbre.

La doctora María Antonia Nerín acompaña a Juanito Oiarzabal, nada más producirse el rescate en el Annapurna.
"La cuerda que pusimos ya no estaba cuando bajamos"
AFP PHOTO

La coreana Oh Eun-Sun ha acumulado algunas de las principales críticas, por la actitud de sus sherpas, en el fallido rescate de Tolo Calafat en el Annapurna. La negativa de sus sherpas a ayudar, y también su pasividad ante tal decisión, exasperaron a Juanito Oiarzabal. Sin embargo, su compañero Carlos Pauner puso ayer el contrapunto, tras asegurar que, en esas situaciones, la solidaridad "se puede pedir, pero no comprar y exigir. A esas altitudes tiene que salir de cada uno".

Pero el aragonés descubrió otro comportamiento de la asiática que atenta contra las más elementales normas de ética y compañerismo en la montaña. El grupo de Miss Oh retiró la cuerda que había puesto justo antes de llegar a la cumbre -unos 60 metros, que además fueron los únicos que colocaron en la ascensión-, cuando todavía había alpinistas que, o bien no habían comenzado a bajar aún, o bien estaban subiendo todavía. Los coreanos, incluso, retiraron durante el descenso una cuerda que había colocado el grupo de españoles en la subida, en una zona expuesta del corredor que da acceso a la cumbre.

Según relataba ayer, él llegó a la cumbre justo por detrás de la coreana. "Estaba haciendo los últimos metros cuando sus sherpas empezaron a quitar la cuerda. En ese momento, iba agarrado a ella y tuve que soltarla", explica. Sin embargo, "lo más increíble" vino después, cuando en el descenso "llegamos al corredor y la cuerda que habíamos puesto durante la subida ya no estaba. ¡También se la habían llevado! Y esa, desde luego, no era suya", exclamó.

Aunque en este caso, y dado que él no fue testigo del hecho, prefería dar a la situación un toque de ironía y aventurar que esa cuerda "igual se cayó", algo que, por otra parte, resulta casi imposible al estar la cuerda anclada en roca o hielo.

En este punto se suma a las críticas de Oiarzabal sobre el nulo trabajo de equipamiento de la montaña que ha realizado Oh Eun-Sun. "No han trabajado nada. La ruta la ha equipado principalmente el grupo de Pasaban, además de 200 metros que nosotros pusimos cerca del cono". Y Pauner vuelve a acusar a los coreanos de ir a lo suyo. "Han ido a aprovecharse de todo el mundo que había por aquí, no han puesto nada de cuerda y encima lo han manipulado todo. Eso no es normal. Cuando no has puesto ni un metro de cuerda, cuando tienes un equipo de sherpas tremendo y con una expedición de 5 millones, no es normal ese comportamiento", insistió Pauner.

El alpinista jaqués recuerda, incluso, cómo él sufrió un resbalón que a punto estuvo de costarle la vida. "Como habían quitado la cuerda, tuvimos que destrepar la bajada de la cima. Yo me resbalé y caí cinco o seis metros. Menos mal que pude parar, si no... no estaría aquí", relató.

La consecuencia de la retirada de esas cuerdas es que ralentizaron el descenso a todos. "Cuando salimos del corredor y llegamos a la travesía, ahí no hay dificultades técnicas, así que cada uno fuimos a nuestro ritmo. Vimos que Tolo se estaba quedando un poco rezagado, pero seguía andando y, además, estaba con Dawa. Nos preocupamos después, cuando se hizo de noche y paramos a esperarle durante dos horas. Una vez que empezamos a notar las congelaciones, decidimos seguir hasta el campo 4", recordó Pauner. Allí cayeron rendidos. Al día siguiente, su sorpresa fue ver llegar al sherpa sin el mallorquín.