VUELTA A LOS PIRINEOS

Lección del holandés Van Ruitenbeek

La cuarta y última etapa de la trigésimo séptima edición de la Vuelta a los Pirineos, cuyo recorrido abarcaba la ruta Almudévar-Zaragoza con 130 Kilómetros, se cerró ayer en la capital aragonesa sin obtener los resultados previstos. Tras el sabor del triunfo que obtuvieron los corredores españoles en la tercera etapa, los ciclistas encabezados por Jordi Fite, de AZYSA, y el corredor del equipo aragonés CAI Benjamín Prados, que quedaron segundo y cuarto respectivamente en la clasificación del viernes, no pudieron alcanzar ayer las marcas registradas.


Pasados 15 minutos de la hora de salida, alrededor de las 10.45, nueve corredores despuntaban ya la cabeza de carrera, entre los que figuraba el futuro ganador de la prueba, el holandés Malaya Van Ruitenbeek (Team Kuota Senges), marcando una diferencia de 35 segundos con el pelotón.


La jornada continuó sin sobresaltos durante gran parte del trayecto, aunque aumentando cada vez más la distancia del grupo de estos nueve corredores con el resto el pelotón. Fue a la altura de Villanueva donde el holandés inició su particular ataque, al quedarse solo en la escapada. Durante casi más de 10 Kilómetros, el corredor del TRS unió todos sus esfuerzos hasta alzarse con la victoria en la línea de meta. El segundo puesto reparó en el francés Loïc Desriac, seguido del británico Jonathan Rosenbrier. Jordi Fite fue coronado como el primer corredor español clasificado, al igual que Lorenzo Buil, que obtuvo el galardón del mejor aragonés.