CICLISMO

¿Las últimas pedaladas?

El corredor aragonés David Cañada, recién salido del tratamiento de un cáncer, se entrena por su cuenta, pero encuentra dificultades para hallar un equipo donde militar la próxima temporada

David Cañada, con la indumentaria del Saunier Duval.
¿Las últimas pedaladas?
Efe

Hace apenas unas semanas que el ciclista aragonés David Cañada lograba su más importante victoria: después de más de un año de tratamiento, el deportista zaragozano se imponía en la pelea contra un cáncer linfático, derivado de un melanoma. Fue ésa una carrera larga y dura, de perfiles afilados, de túneles oscuros. Y al final, con toda prudencia, la recompensa de su más preciado podio.

A cambio, ese triunfo ha tenido el peaje de complicar el futuro deportivo del corredor zaragozano. Y el paso del tiempo pone aún más dificultades en su alineación deportiva.

En principio, el aragonés tenía la palabra de su equipo -el Fuji Servetto, ahora Footon Servetto- para continuar un año más en la formación UCI Pro Tour. Sin embargo, aquella propuesta se fue al garete, ya sin tiempo para que el corredor aragonés pudiera asegurarse el futuro.

Ha habido diversas alternativas: incluso el aragonés mantuvo un contacto con Johann Bruyneel, el director del Radio Shack en el que milita Lance Armstrong, un equipo muy vinculado a la fundación de lucha contra el cáncer que promueve el americano. Sin embargo, el equipo estaba cerrado cuando Cañada se entrevistó con el director belga.

Se han manejado otras opciones de equipos UCI Pro Tour, en donde se ha desarrollado habitualmente la carrera deportiva del zaragozano. Sin embargo, a estas alturas resulta muy difícil encontrar ubicación en la primera línea del ciclismo mundial.

¿Ha podido dar David Cañada sus últimas pedaladas de su carrera profesional? No es descartable. Si bien su clase y calidad deportiva le garantizarían un puesto en la vanguardia del deporte, la situación del ciclismo y la poca capacidad de maniobra, por la falta de tiempo que le ha dejado su ex equipo, reducen mucho sus posibilidades de seguir en el profesionalismo.

Cañada es un clásico del pelotón internacional. Y su trayectoria es impecable. Se inició en le élite de la mano de Manolo Saiz en la ONCE. Con esos colores logró el triunfo en una etapa del Tour de Francia -una contrarreloj por equipos- y consiguió la victoria en la Volta a Cataluña, Vuelta a Murcia o el Circuito de La Sarthe.

Peleado con la fortuna, David Cañada siempre ha echado mano de su calidad para superar las complicaciones físicas que ha encadenado: desde problemas en el talón de Aquiles, roturas por caídas -el brazo, la clavícula...- o serios problemas cardiacos. Fue superando obstáculos para asentarse como uno de los profesionales más solventes del pelotón. Militó en el Mapei y en el Quick Step -en donde se quedó a doscientos metros de un triunfo de etapa en el Tour- antes de recalar en el Saunier Duval.

En la estructura de ese equipo, que luego pasó a ser el Fuji Servetto, ha desarrollado la última parte de su trayectoria profesional. Ha sido un clásico en el Tour y en la Vuelta a España -en su última participación hubo de abandonar por una taquicardia- y ha dejado el sello de un gran deportista aragonés por el mundo entero.

Hace aproximadamente año y medio, Cañada supo que padecía un cáncer. Se le detectó un linfoma derivado de un melanoma que le fue extirpado en 2007. El corredor aragonés se empeñó en disputar la carrera de la vida. Para lo que contaba con el respaldo específico que le ofreció -entre otros muchos- su compañero de pelotón Lance Armstrong. Y algo más de un año después, en diciembre pasado, se sometió a la última sesión del tratamiento. Con toda la prudencia y los controles que exige esta enfermedad, Cañada se considera ya curado.

El ciclista pelea por recuperar el tiempo perdido. Va tomando su estado de forma. Aunque sabe que las posibilidades de militar este año en la elite del ciclista poco a poco se acaban.