El primer desplazamiento del Balonmano Huesca en el que aspiraba a sumar puntos se saldó con una derrota que arrojó una paradójica sensación. Por un lado, la de que los hombres de José Francisco Nolasco tuvieron el partido en sus manos y lo dejaron escapar más por errores propios que por los aciertos del Academia Octavio (31-29). Los oscenses cayeron en su primera visita a un hipotético rival directo por la permanencia de manera más ajustada que en sus salidas a Valladolid y Madrid, pero con la amarga sensación de que ante un rival menos potente que aquellos se hizo un partido de inferior nivel.

Lo señaló el técnico al final del choque. «El partido no lo han ganado ellos, lo hemos perdido nosotros por la falta de acierto. Hemos fallado tres penaltis y algunas acciones que hay que meter si os sí y eso se paga», lamentó, y se refirió asimismo a que «ha habido minutos en los que el portero rival lo ha parado todo y eso ha sido una de las claves del encuentro, aunque creo que nosotros hemos hecho un partido muy serio que al final se ha escapado por fallos nuestros». La elevada talla de los porteros está marcando este inicio del camino por la Asobal, y si Voncina fue un gigante en los triunfos sobre San Antonio y Antequera en el Palacio, a domicilio se ha padecido la calidad bajo los tres palos de pucelanos, colchoneros y vigueses.

El BM Huesca va adquiriendo poso de equipo de elite sabedor de las dificultades que conlleva sumar puntos fuera de casa; a esta certeza está oponiendo su fortaleza como local mientras mira de reojo la clasificación que se va conformando tras cinco jornadas. Guadalajara y Puerto Sagunto se encuentran a cero en el fondo de la tabla y los oscenses pueden lucir ya unas primeras rentas con respecto a sus compañeros de viaje. La próxima ocasión para sumar puntos llegará el sábado en el Palacio frente al Ciudad Encantada (20.15), que tras un inicio fulgurante ha encadenado dos derrotas frente a San Antonio y Valladolid.