REAL ZARAGOZA

Las cuentas de Marcelino

El técnico del Real Zaragoza se fija como objetivo lograr al menos 12 de los próximos 15 puntos. Su conquista serviría para asentar al equipo con firmeza en la aristocracia liguera

Lo dejó caer como de rondón en la comparecencia previa al duelo ante el Éibar del pasado sábado. Pero poco de lo que dice Marcelino tiene desperdicio: "A corto plazo no creo que podamos hacer mejores partidos que contra el Nástic. Si jugamos fuera de casa al nivel de Tarragona los próximos cinco partidos sacaremos más de 12 puntos".


Son las cuentas del asturiano, que solicita un sprint, un arreón, de cara al cierre del año. Tomar una racha de resultados positivos con los que acomodarse de forma definitiva en la máquina del tren de la Segunda División.


El Real Zaragoza ya ha establecido su primera marca en la casilla del Éibar. Su rotundo triunfo en La Romareda (3-0) señala el guión por el que quiere conducirse el conjunto blanquillo. Ha puesto una base sólida. Desde ahí, edifica sus aspiraciones de cara al cierre del año.


El siguiente compromiso desplaza al conjunto zaragocista a las Islas Canarias. El domingo, a partir de las 18.00, se enfrenta en el Heliodoro Rodríguez al Tenerife, siempre empeñado en las tareas del ascenso. La visita se atisba como una de las salidas más comprometidas de la campaña. Pero en las cuentas de Marcelino apenas si hay hueco para el tropiezo. Y eso que en 12 de 15 puntos posibles se ofrece un hueco para el traspiés.


Ganar cinco de seis partidos -Elche, Murcia, Alavés, Sevilla Atlético y Xerez, con derrota ante el Hércules- instaló al conjunto de Marcelino entre la nobleza de la Segunda. Y ese es el salto con el que el asturiano quiere consolidar a su Zaragoza en la cumbre de la tabla.


Tras el Éibar y el Tenerife, la ruleta de la Segunda envía a La Romareda a la Sociedad Deportiva Huesca. Un derbi aporta suficientes elementos paradeportivos como para ofrecer un signo abierto a cualquier resultado. Es, sin duda, un atractivo singular y una nota de color en el desarrollo de la competición liguera. De signo imprevisible.


El Real Zaragoza visita Balaídos una semana después para sellar en la categoría de plata un duelo clásico de la elite. Ofrece perfiles de gran batalla y guarda elementos tan emotivos como dos de los últimos títulos de Copa del Rey conquistados por la formación aragonesa.


Cierra el año la visita del Alicante al estadio municipal zaragozano. Saben los de Marcelino de la fortaleza que ofrece La Romareda y la importancia de saber consolidar ese prestigio. Ganar a los levantinos supone casi una obligación.


Es el mapa general que delimita las ambiciones inmediatas del Real Zaragoza. La autoexigencia de lograr al menos 12 de los 15 puntos que se ponen en juego -como ya se demostró en la racha anterior de los de Marcelino- es la garantía para estancarse en la aristocracia liguera. Y afrontar con la máxima ambición -la que se le exige al Real Zaragoza- el único reto de la presenta campaña.