WATERPOLO

Lágrimas de orgullo

El Cablescom EWZ se despide de la LEN Trophy con la satisfacción de haber hecho historia en el waterpolo aragonés.

Era inevitable no emocionarse. Imposible evitar que las lágrimas brotaran después de haber hecho un esfuerzo supremo y no encontrar la ansiada recompensa. El deporte tiene ese lado cruel. El Cablescom EWZ acarició los cuartos de final de la LEN Trophy Women, pero el pasaporte para la siguiente ronda de la competición continental se lo adjudicó el Iraklis Thessaloniki griego. El conjunto zaragozano necesitaba un triunfo. A falta de once segundos para el final, el último ataque para romper el 9-9 del marcador era suyo. El esférico circuló por el arco de la portería griega. 9, 8, 7, 6... Ana Ajovín levantó el brazo. El balón lo recogió Anne Scott y... "¡Ohhhh!", se escuchó en el Parque Deportivo Ebro. Un breve silencio que dio paso a un atronador aplauso y un grito unánime: "¡Cablescom, Cablescom!". Patricia Genzor rompió a llorar y el llanto contagió a sus compañeras que, con la mirada nublada, caminaban sin rumbo fijo. "Es cruel perder así, pero estoy muy orgulloso de las chicas porque se han vaciado. Más no se les puede pedir", se lamentaba el entrenador, Fran Orizo, con los ojos enrojecidos.


Las reinas del Parque Deportivo Ebro han hecho historia para el waterpolo aragonés. Una satisfacción personal y grupal por el trabajo bien hecho. Querían ponerle la guinda: dar un pasito más en un torneo en el que debutaban y del que extraen la mejor de las lecciones: "Salimos fortalecidas porque crecemos como equipo. Estamos muy orgullosas que haber llegado hasta aquí, de la competición que hemos hecho y de nuestra maravillosa afición", resumía Ana Ajovín. El Cablescom se estrenó con éxito en la ciudad italiana de Imperia, y no dudó en solicitar ser el organizador de la segunda eliminatoria de la LEN Trophy, regalo a una hinchada magnífica que durante tres días ha teñido de naranja la grada de la instalación deportiva. Familiares, amigos, jugadores de las categorías inferiores del club, trabajadores del recinto? Todos han echado una mano para que el torneo haya resultado brillante. Faltó la victoria para convertir el fin de semana en mágico.


El Cablescom inició el concurso con una derrota contra el Uralochka Zlatoust ruso; el sábado hizo los deberes ante el City of Liverpool, y ayer, ante un rival peleón, el Iraklis, y con un entrenador, el señor Keimidis, pasado de revoluciones, estaba obligado a ganar para seguir agrandando su nombre. Las chicas hicieron un trabajo muy serio en defensa, obligando a agotar las posesiones al conjunto griego y forzándole al lanzamiento exterior. La serbia Ivanka Rakovic, silbato en mano, levantó los primeros gritos de protesta. Demasiado quisquillosa en sus apreciaciones. El Cablescom nunca pudo romper los parciales, muy ajustados (3-3, 2-2, 3-2 y 1-2). Mantuvo la concentración, pero, en momentos puntuales, pecó de juego precipitado, y no supo aprovechar las ocasiones de superioridad en el agua.


El termómetro del Parque Deportivo Ebro subía varios grados, como la emoción en el tramo final. "¡Vamos chicas!", animaba Orizo. "¡Oe Cablescom, oe oe!", coreaban 400 gargantas. La EWZ entró en el último cuarto con una mínima ventaja (8-7). Las griegas mandaban dos balones al palo de la portería defendida por Paula Bugallo, que firmaría la parada de la mañana ante la 9 (María Sarisavva), y la segunda entrenadora griega era expulsada con tarjeta roja por pasarse de aspavientos y protestas. Florou establecía la igualada, Andrea Blas devolvía la ilusión y Plevritou traía nuevos nervios a la hinchada local. El conjunto zaragozano tuvo el balón durante 35 segundos. Diseñó dos ataques Orizo, dos oportunidades para la gloria. Y una ola de tristeza inundó la piscina. "El Cablescom ha hecho un papel sensacional. Nos quedamos con dolor, pero estamos muy satisfechos por el trabajo que han hecho este fin de semana y el que viene haciendo las últimas temporadas en la liga. Un aplauso por las chicas y por el club", valoraba el seleccionador nacional femenino, Miky Oca, que ha vivido en directo el torneo junto con el presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena, y el de la Territorial, Ricardo Clemente, y sin compañía, ayer, en tan decisiva fecha, de representantes de la parcela deportiva de las instituciones públicas.