Si no fuera porque todo el pelotón de la Vuelta'09 ha traspasado los Pirineos camino de la provincia holandesa de Drenthe, cualquiera pensaría que en su 64 edición la ronda española comienza en el sur de la Península Ibérica.

Flamenca y taurina ha sido la apuesta publicitaria y visual de los responsables de esta provincia para acoger con calidez la Vuelta a España con motivo del milenario de su constitución, al margen de haber formado también parte de la piel de toro hace más de tres siglos durante el Imperio español.

Los carteles que anuncian el comienzo de la tercera gran ronda por etapas del calendario internacional de la UCI están protagonizados por una holandesa vestida de andaluza, rojo intenso con topos blancos, encabezando con suficiencia un pelotón del que empieza a destacarse mientras baila flamenco.

También el Toro de Osborne, incluido en el cartel, se repite por diferentes parajes una y otra vez, en algunas ocasiones hasta con improvisado pañuelo sanferminero, saludando a los componentes de la caravana a la vez que parece inquietar y dominar la tranquilidad con la que pacen las vacas en sus prados.

No obstante al molino de viento holandés no se le ha unido la esbelta y enjuta figura del "hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor", Don Quijote de La Mancha, en su imaginaria y desigual lucha con los gigantes, a los que sí se enfrentarán y de manera real los ciclistas en forma de carreteras, puertos y curvas.

Incluso los agricultores de la zona han esculpido en sus dominios con pacas de paja improvisadas algunas imágenes de este gran acontecimiento de una tierra que tiene en sus más de cincuenta dólmenes uno de sus motivos de orgullo y donde la tranquilidad es habitual bandera de enganche.

El uso de la bicicleta, tanto el recreativo, el más mayoritario, como el competitivo, es otra seña de identidad de los holandeses que han conseguido que ese vehículo tenga su propia autonomía al margen de los automóviles, auténticos amos y señores de la circulación en prácticamente el resto de los países.

Algunos de los participantes en la Vuelta'09 han chocado con esa autonomía, perfectamente reglada, como los azules del Astana que rodando por una carretera de coches se vieron obligados a montar sus bicicletas en la baca y buscar uno de los innumerables carriles bici existentes.

"Hay carriles bici en los que se puede entrenar como necesitamos sin ningún problema, pero en otros no se puede hacer", ha manifestado uno de los favoritos a la victoria final, el murciano Alejandro Valverde.

Para el ciclista del Caisse d'Epargne el hecho de que la Vuelta, que sólo ha cruzado una vez la frontera para su inicio y fue con la salida en 1997 en Lisboa, salga en esta ocasión más allá de los Pirineos "no es habitual, pero me gusta porque es algo diferente por la sensación que transmite y eso hay que vivirlo".

Cuatro jornadas en Holanda

De las cuatro jornadas que el pelotón competirá por tierras holandesas, prácticamente en su totalidad, y algún kilómetro por Bélgica, lo que más teme Valverde es la posible aparición de la lluvia porque puede convertirlas y peligrosas "por el riesgo de caídas", mientras que la inclusión de un breve tramo de pavés piensa que es tan corto que en el medio minuto que cuesta pasarlo no debe haber problemas.

Aunque ya ha ganado dos veces la Lieja-Bastoña-Lieja, la prueba más antigua del calendario internacional, incidía en que el recorrido de la etapa de la Vuelta, la última allende los Pirineos, "no tiene casi nada que ver”.