REAL ZARAGOZA

La sentencia del caso Marcelino ata al Zaragoza

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Agapito Iglesias habla por teléfono en los pasillos de la sede del Real Zaragoza.
La sentencia del caso Marcelino ata al Zaragoza
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Marcelino García Toral, ex entrenador del Real Zaragoza, y sus colaboradores en el cuadro técnico destituido -Rubén Uría, segundo entrenador, e Ismael Fernández, preparador físico-, han ganado al Real Zaragoza el juicio por despido improcedente al que derivó su cese, consumado el pasado mes de diciembre. La sentencia judicial obliga a la SAD a abonarles alrededor de 4 millones de euros, la cifra que les faltaba por percibir según lo recogido en la redacción y los clausulados de sus respectivos contratos firmados por Agapito en mayo de 2008, pocos días después de producirse el descenso a Segunda División.

Se trata de la mitad de los emolumentos de la campaña pasada (la 2008-09, en Segunda), que quedaron aplazados con pagarés -como sucedió al resto de la plantilla-, y la totalidad de de la ficha y el salario de la actual campaña (la 2009-10 que acaba de finalizar), excepto las cuatro nóminas mensuales que, hasta que se produjo su despido, les dio tiempo a percibir.

En principio, la decisión del juez debe tener cumplimiento inmediato. Si Marcelino, Uría e Ismael quisieran, Agapito tendría que buscar el dinero donde fuese para cumplir con el mandato legal. Pero la voluntad de los tres miembros del anterior cuerpo técnico no es esa. Al contrario, han adoptado una postura de comprensión máxima ante las dificultades que atraviesa la entidad y su intención es facilitar razonablemente al club el cumplimiento de la sentencia.

De momento, en la fecha actual -20 de mayo- sigue vigente el estado de denuncia de Marcelino García Toral al Real Zaragoza ante el Colegio de Entrenadores y, por derivación, en la Liga de Fútbol Profesional y la Federación. Para que esa circunstancia desaparezca es necesario, bien que el club pague al entrenador y éste así lo comunique a su Colegio, o que Marcelino y el Real Zaragoza lleguen a un acuerdo particular para saldar el litigio económico, hecho que culminaría con la retirada oficial de la denuncia por parte del técnico.

Mientras esto no se dé y la denuncia interpuesta en su día por García Toral siga activa, el Real Zaragoza está totalmente bloqueado para inscribir nuevos fichajes una vez se abra el nuevo curso 2010-11, a fecha 1 de julio. Es decir, que al Real Zaragoza le restan 40 días para hallar una solución a tan oneroso y espinoso asunto dinerario con Marcelino y sus colaboradores.

Ha existido un momento en días pasados en el que el entrenador asturiano estuvo a punto de cerrar un acuerdo con Agapito. Pero el club decidió modificar a última hora las condiciones iniciales y el pacto quedó en nada. Marcelino, Uría e Ismael solo quieren dinero, no inmuebles ni otro tipo de pagos en especie.

En los últimos días, pasado este primer desencuentro, las conversaciones entre las partes vuelven a estar encaminadas a encontrar un mecanismo de abono que sea aceptado por todos.

Pagarés y a largo plazo

Marcelino y su cuerpo técnico han mostrado en las últimas horas un nuevo gesto de buena voluntad con la caótica situación de las arcas del Real Zaragoza. Agapito y Porquera (el director corporativo es el responsable de las fórmulas mágicas en el ámbito financiero del club) tienen la tranquilidad de que Marcelino está dispuesto a cobrar mediante los ya habituales pagarés y mediante un calendario de pagos diferidos que, por deferencia del asturiano, aceptaría que llegase hasta junio de 2012.

La base de la propuesta que el Real Zaragoza tiene que aceptar refleja un pago a muy corto plazo por un importe de alrededor del 30 por ciento de los 4 millones de euros que le cuesta al Zaragoza el despido de Marcelino. Este reintegro (1,3 millones aproximadamente) lo tendrá que tener en la mano el entrenador de Careñes a 30 de septiembre, dentro de cuatro meses, preferiblemente con una señal ingresada en su cuenta corriente a 30 de junio (la mitad de esa cantidad), por lo que realmente se trataría de un pago fraccionado en dos pagarés a retirar durante este verano. Y el resto, más o menos dos tercios del monto global del finiquito (2,7 millones), Marcelino está abierto a que se negocie a dos años vista, mediante la emisión de nuevos pagarés que cubran esa cantidad hasta junio de 2012.

En el club, las cabezas pensantes echan humo para dar salida a este litigio. Urge solucionarlo para desatascar el bloqueo que supone para el área deportiva en un momento crucial para recomponer la plantilla de cara al año que viene. Anoche, fuentes oficiales del Real Zaragoza confirmaban a HERALDO que está descartado un recurso a la sentencia judicial que ha dado la razón a Marcelino y que todo el trabajo está encaminado a lograr un pacto con el entrenador. "No hay nada que recurrir porque se está ultimando la formalización de un acuerdo con el anterior cuerpo técnico, algo que está ya pactado verbalmente", aseguraron.