Casi diez millones de españoles estuvieron pegados a la televisión entre las cuatro y las seis de la tarde del miércoles. A pesar de la derrota de la selección española en el debut mundialista en Sudáfrica, Telecinco salió victoriosa. La cadena se anotó un 58,7% de cuota de pantalla y varios récords, porque el España-Suiza superó en espectadores a los dos estrenos en mundiales anteriores, el de Alemania (2006) y Japón-Corea del Sur (2002), con 9,2 y 7,8 millones, respectivamente. También fue la emisión más vista de Telecinco en los últimos doce años y el espacio de mayor audiencia de la televisión desde el 27 de mayo de 2009, cuando el Barcelona ganó la Liga de Campeones frente al Mánchester.

El minuto de oro se registró instantes antes de que el árbitro pitara el final, a las 17.51. En ese momento los audímetros colocados por todo el país indican que había 11.106.000 espectadores o, lo que es lo mismo, que siete de cada diez personas que estaban viendo la tele veían el fútbol. Detrás de Telecinco, a mucha distancia, Antena 3 hizo un paupérrimo 3% de 'share'. La cifra es importante pero más aún si se tiene en cuenta que eran las 16.00, una franja en la que el consumo televisivo es muy reducido y en la que el programa más visto normalmente no pasa de los 3 millones. "Es un dato muy alto para la sobremesa. Pero es que, además, fueron muchos más los espectadores porque hubo gente que lo vio en el bar o en el trabajo", advierten desde Barlovento, empresa medidora de audiencias.