EL GOLEADOR

La química regresó con el Guaje

El asturiano, con sus dos goles, devolvió la sonrisa a la afición española. Con la entrada de Torres, jugó por el extremo izquierdo y su único lunar fue el penalti errado.

La química regresó con el Guaje
La química regresó con el Guaje

Se reencontró con su hábitat natural, sacó provecho del sistema táctico y produjo la primera sonrisa española en este Mundial de Sudáfrica: David Villa brilló con dos goles y una enorme actuación en la victoria de ayer de España por 2-0 sobre Honduras.


El delantero asturiano marcó los dos tantos del triunfo de su equipo a los 17 y 48 minutos y se consagró como la figura sobre el terreno de juego gracias a su efectividad y a su potencia. Así, fue coronado por la organización como el mejor jugador del partido.


"El resultado es muy corto, porque hemos tenido infinidad de ocasiones para ampliar el marcador", dijo tras el partido, aunque subrayó que "el resultado sirve" porque permite a España "depender de sí misma para lograr el pase a octavos".


El nuevo delantero del Barcelona ya se consolidó como máximo goleador de su selección y quedó apenas uno por debajo del argentino Gonzalo Higuaín en la tabla general.


Además, ya cosecha 39 goles en 57 partidos con la selección española y se ubicó sólo cinco tantos por debajo del récord que tiene todavía el madridista Raúl, quien alcanzó su cifra casi con el doble de partidos disputados, 102.


Villa fue uno de los grandes beneficiados por la modificación en el sistema táctico del seleccionador Vicente Del Bosque. El ingreso de Fernando Torres al once inicial provocó que el Guaje se trasladara a la posición de extremo izquierdo. La misma que ocupó durante toda la etapa de Del Bosque mientras compartió delantera con el jugador del Liverpool.


Ante Suiza, el delantero de 28 años estuvo demasiado encerrado entre los centrales rivales y entró muy poco en contacto con la pelota.


En cambio, la tarea de Villa en el triunfo contra los hondureños comenzó a destacarse desde los primeros instantes del choque. Cuando apenas se llevaban jugados seis minutos, el punta encontró espacios en tres cuartos del campo rival y sacó un disparo violento que se estrelló en el travesaño.


Minutos después, el español empezó a desacomodar el planteamiento de su marcador Sergio Mendoza sobre la izquierda y lanzó un disparo demasiado abierto.


El asturiano representó, junto a Jesús Navas, el oxígeno en las ofensivas españolas ante la reclusión de los mediocampistas rivales. Por ende, el primer gol de la noche llegó después de recibir un pase largo de Gerard Piqué, desparramar a dos hondureños sobre la izquierda y definir casi desde el suelo con un disparo fulminante al palo más lejano.


Villa volvió a demostrar que le sientan bien las grandes competiciones oficiales. Se consagró como máximo goleador y campeón de la Eurocopa en el 2008 y se lució con tres tantos en la última Copa Confederaciones, también en Sudáfrica.El delantero español anotó el segundo tanto de la noche después de recibir una asistencia desde la derecha de Navas y lanzar un disparo desviado en la pierna de un defensor y colocado por encima del arquero Moel Valladares.


La gran y única mancha del partido para David Villa apareció a falta de 26 minutos para el final del encuentro, cuando incluso dispuso de la oportunidad para alcanzar el triplete. El asturiano fue el encargado de ejecutar un penalti, pero, a pesar de haber engañado al arquero rival, lanzó su disparo desviado. "Ojalá siempre que falle sea ganando 2-0", comentó con una sonrisa tras el partido. Eso sí, negó que lo hubiera errado por la presión que tenían tras el tropiezo ante Suiza.


España se reencontró con victoria y su gran goleador volvió a plantarse en el centro de escena. Reapareció David Villa, el de siempre.