La Marcha Cicloturista Puertos de la Ribagorza se celebra mañana con un doble motivo de felicidad: la prueba alcanza la décima edición y 2.000 participantes -300 más que el año pasado- se unen para elevar a esta competición en el escalafón nacional de este tipo de actividades deportivas. Se trata de la mejor forma de culminar un aniversario repleto de actos que ha tenido en su programa los Campeonatos de Aragón en ruta y de contrarreloj.La Puertos de la Ribagorza nació hace una década con apenas 126 valientes y en la actualidad se ve obligada a cerrar el cupo de inscripciones mucho antes del día de la carrera. El presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo y máximo responsable de la organización de la marcha, Félix Jordán de Urriés, sintentizó en una frase lo que ha crecido la Puertos de la Ribagorza. "Empezamos con una edición que casi tenía más voluntarios que participantes y hemos llegado hasta los 2.000 ciclistas, una cifra que es en la queremos mantenernos en años venideros", señaló el mandatario.

El doble millar de deportistas 'treparán' con sus bicicletas por cinco puertos de montaña que en alguna ocasión formaron parte de la Vuelta a España y de la extinta ronda a Aragón. Serán en total 200 kilómetros por bellos parajes de la comarca de la Ribagorza con salida y llegada en la villa de Graus. Para cubrir este trazado, los corredores tendrán que salvar los altos de Castillo de Laguarres, Serrate-Vilas del Turbón, Bonansa, Col de Espina y Col de Fadas. La organización ha diseñado en esta ocasión un recorrido alternativo de 133 kilómetros. "Era una demanda que teníamos hace tiempo y que debiamos cubrir para dar una alternativa al recorrido tan largo de la marcha", explicó Jordán de Urriés.

La Puertos de la Ribagorza arrancará a las 8.30. La organización dividirá a los participantes en siete categorías, tanto para los que decidan medir sus fuerzas en el recorrido largo como los que consideren que el de 133 km es suficiente. Los tres primeros de cada categoría se colgarán medallas, siempre y cuando logren concluir la prueba antes de un tiempo ya establecido.

Los más rápidos del trazado de 200 km llegarán a la meta en torno a las 15.30, mientras que los primeros que completen la etapa corta lo harán sobre las 12.30. Muchos de ellos se toman esta competición como un entrenamiento de nivel para preparar la Quebrantahuesos, que se disputa el 19 de junio.

Entre los aspectos logísticos, la gran novedad es la instalación de una carpa de 800 metros cuadrados, denominada San Miguel-Mahou, que realizará las funciones de comedor para la organización y los participantes. De este modo, la instalación deportiva, núcleo de operaciones de la marcha durante todo el fin de semana, será esta tarde el escenario de la feria comercial y oficina de la prueba y mañana servirá como eventual hospital de campaña para aquellos ciclistas que necesiten algún cuidado.