BALONCESTO

CAI 68-Bilbao Basket 74

El CAI, a una sola victoria de los puestos que dan acceso a la Copa, recibe a un irregular Bilbao Basket, ante el que puede confirmar su importante solidez como local.

Adam Chubb trata de superar a Edu Hernández-Sonseca en el amistoso disputado este verano en Huesca.
CAI 68-Bilbao Basket 74
RAFAEL GOBANTES

En una liga tan loca e igualada como la ACB, en la que las sorpresas están a la orden del día y ningún resultado se puede dar por seguro, la distancia entre el cielo y el infierno es exigua. De hecho, equipos como el CAI Zaragoza, con cinco triunfos y siete derrotas en su casillero, se encuentran a sólo un triunfo de los puestos que dan acceso a la Copa del Rey, pero únicamente cuentan con dos partidos de ventaja sobre los colistas de la tabla. Por todo ello, los aragoneses se encuentran hoy (21.00), en la última jornada del año, ante la puerta de arriba, esa que le podría llevar a una zona algo más cómoda en la clasificación y podría hacerle plantearse nuevos retos, como el acceso al torneo del k.o.


Para entrar por ella, los hombres de José Luis Abós deberán superar un obstáculo complicado como el Bizkaia Bilbao Basket, pero cuya irregularidad y la solidez mostrada por los rojillos en el Príncipe Felipe le convierten en un rival al que se puede derrotar. El triunfo esta noche supondría un salto de calidad, un cambio de miras... Una entrada para la puerta de arriba.

Sin embargo, ni esa irregularidad del adversario (que tiene un balance de 6-6) ni las buenas sensaciones ofrecidas como local por parte del CAI pueden esconder la diferencia de nivel entre ambas plantillas. La cita es de las complicadas y el bloque que dirige Fotis Katsikaris es de los compactos, de esos que poseen armas en todas sus líneas y en el que cualquiera te puede amargar una noche. Eso nadie debe olvidarlo, y mucho menos los jugadores zaragozanos, quienes tendrán que defender con la mayor agresividad posible para amarrar una nueva alegría en casa.

Porque la plantilla vasca es larga y de calidad, y como ya mostrara a los rojillos en el amistoso que ganaron en Huesca, juegan muy duro e intenso. El Bilbao Basket tiene un poco de todo: un base anotador y otro más director, escoltas correosos y buenos tiradores, 'treses' altos que pueden hacer daño tanto por dentro como por fuera, ala-pivots de contrastada experiencia y gigantones poderosos.

Pero en la ACB no se vive exclusivamente de los nombres. De hecho, la selecta lista vizcaína con Jackson, Mumbrú, Banic, Hervelle, Vasileiadis y demás ha sido capaz de derrotar a 'grandes' como Caja Laboral, Unicaja o Power Electronics, pero de sus cinco encuentros a domicilio únicamente pudo derrotar al Granada y al Assignia Manresa. Sus derrotas en Fuenlabrada, San Sebastián o Valladolid demuestran esa doble cara de los de Katsikaris.

Por ello, una predicción acerca del duelo de hoy es casi imposible. Más todavía teniendo en cuenta que el partido se juega en plenas fechas navideñas y tras una semana atípica en cuanto a los festivos.

En días así es en los que hay que dar la cara y demostrar que nada afecta al grupo. El CAI debe seguir con su solidez en casa y para eso necesitará al mejor Barlow que pueda frenar a Mumbrú o Warren, al mejor Cabezas que frene a Jackson, el mejor nivel de sus 'cincos' que luchen con Hernández-Sonseca y Mavroeidis, o la mayor de las implicaciones de Aguilar y DP ante los desequilibrantes Hervelle y Banic. Y todo eso, unido a la aportación del resto puede llevar al éxito.

Nada ha cambiado. La permanencia para los rojillos pasa por sumar lo máximo posible en su cancha y duelos como el de hoy, o como la victoria lograda ante el Cajasol, son los que te abren las puertas de otros objetivos. Eso sí, nadie regala nada en la mejor liga de Europa y un despiste, junto a dos salidas consecutivas, te pueden mandar al pozo. La oportunidad es buena y no hay que desaprovecharla.