REAL ZARAGOZA

La pretemporada más corta

El Real Zaragoza inició ayer en Soria la preparación estival más breve de su historia, con solo 38 días de trabajo. Marcelino tiene 26 futbolistas a sus órdenes, de los que al menos 14 no entran en sus planes

Pennant y Songo'o pasean por el exterior del Hotel La Reserva de San Leonardo de Yagüe.
La pretemporada más corta
CONCHA ORTEGA

A las 14.15 de ayer llegó el autocar del Real Zaragoza al Hotel La Reserva de San Leonardo de Yagüe y, de este modo, tras un par de entremeses en forma de suaves entrenamientos en la Ciudad Deportiva, se dio el pistoletazo de salida al curso 2009-2010 del equipo zaragocista. La pretemporada ha dado comienzo así de manera oficial y, con ella, se inició la cuenta atrás que desembocará en el 29 de agosto, fecha en la que dará a luz la Liga española un año más.

 

El tardío final de la competición de Segunda División -de donde viene este Real Zaragoza actual- ha derivado en que los blanquillos sean los últimos en retornar al trabajo (junto con sus colegas de ascenso del Tenerife), toda vez que se han respetado casi escrupulosamente los 30 días de vacaciones que los futbolistas tienen conveniados. De este modo, el Zaragoza afronta su pretemporada más corta de la historia, con apenas 38 días disponibles para intentar ajustar la plantilla -y todo lo que la envuelve- de cara al duro retorno a Primera que aguarda dentro de solo cinco semanas.

 

Marcelino llegó ayer a tierras sorianas con un heterogéneo grupo de 26 futbolistas, muy lejano de lo que el entrenador desea y tremendamente distante de lo que las previsiones de la dirección deportiva del club que dirige Antonio Prieto y asesora Pedro Herrera tienen escrito en su libro de ruta.

 

Esta amalgama extraña que ayer por la tarde llevó a cabo su primera paliza física bajo la batuta de Ismael Fernández cuenta con 5 jóvenes del filial: el portero Diego García, los defensas Laguardia y Borque; el centrocampista Kevin Lacruz y el delantero Aridane (canario fichado por Ernesto Bello del Deportivo de La Coruña B, su club de origen). Además, de forma sorprendente, acabó sumándose a última hora el brasileño Pablo de Barros, que no pasó el lunes el reconocimiento médico ni se entrenó con el equipo (ni siquiera ayer por la mañana) dado que el propio club anunció que su cesión a otro club -Málaga, donde ha jugado a préstamo el último año, y Córdoba eran sus novias- era inminente. Pero la ruptura definitiva de las negociaciones, que parecían cerradas pero fallaron a última hora, le han obligado a sumarse a un grupo en el que no cuenta para nada.

 

En el elenco, aparecen hasta 9 hombres más cuyo futuro está, en mayor o menor medida, a corto o medio plazo, lejos de Zaragoza: Antonio Hidalgo, Paredes, Songo'o, Generelo, Pulido, Pavón, Ewerthon, Zapater y Arizmendi. Si a este listado borroso se añade la presencia física de dos lesionados de larga duración que tardarán aún muchas semanas en estar aptos para jugar (Goni, en buen camino, y Diogo, con un horizonte más nublado), es fácil colegir que las prisas presionan a más no poder a los responsables del club de cara a dar solución a los múltiples frentes abiertos en el ámbito de la composición de la plantilla. Malo es siempre comenzar un trabajo en condiciones precarias, pero esa circunstancia se agrava cuando se trata de un equipo de fútbol de elite que, como esta vez, cuenta por delante con tan pocos días de preparación antes del nacimiento de la Liga.

 

Mientras siguen llegando caras nuevas ("necesitamos bastantes fichajes más", advirtió Marcelino el martes en su rueda de prensa de inauguración de la pretemporada) con el trabajo preparatorio ya en marcha, lo que más urgencia provoca en el ánimo del técnico asturiano es que le vayan desalojando el actual vestuario con salidas rápidas de las piezas que no le sirven para no trabajar en vacío demasiado tiempo. De Barros, Songo'o e Hidalgo parecen ser los que más cerca están de decir adiós y pasar fugazmente por Soria si todo va como se prevé.

 

En el apartado de novedades, el inglés Pennant (siempre acompañado de su traductor dado su nulo castellano) y el meta argentino Carrizo fueron las caras nuevas del primer día en Soria. Uche, llegó a última hora de la noche tras haber sido presentado en La Romareda a media tarde y hasta hoy no se integrará al grupo en el campo de Navaleno.

 

Carrizo es, por ahora, el elemento atípico de la concentración. El portero estuvo toda la tarde en su habitación sin salir. La falta de acuerdo con el Lazio en el trato por Matuzalem -a la que está vinculado- le impide entrenarse.