No le sienta bien el sol de Levante al Real Zaragoza desde hace casi dos décadas. Jugar y ganar en la tierra donde los primeros rayos de cada día tocan la península es, desde el 3 de enero de 1993, un imposible para los zaragocistas en lo referente a los duelos de Primera División.

Por eso, Alicante se convierte pasado mañana, además de en un partido crucial para la salvación, en un reto histórico, en una nueva oportunidad para espantar un gafe ya tradicional, del estilo del que impide ganar al Barcelona en el Camp Nou desde aquel gol de Canario que puso el 0-1 en 1964.

Tan manido como ese gol del brasileño magnífico es, a lo largo de los últimos 18 años, el que marcó Paquete Higuera en Mestalla en los albores de 1993. Aquel 0-1 del equipo pre-Recopa, sin saberlo ellos, se convertía en una referencia que sigue siendo un mito a romper en pedazos en pleno 2011.

Desde ese día, el Real Zaragoza ha jugado 29 partidos en la máxima categoría en tierras levantinas, frente a Valencia, Hércules, Villarreal y Levante. Y no ha ganado ni uno solo. El balance es de 16 derrotas y 13 empates. Los blanquillos, en esta negativa racha interminable, han encajado 46 goles y solo han marcado 20. Ha dado igual que los rivales atravesaran buenos o malos momentos. Que fueran de campanillas o del pelotón de cola. Por hache o por be, el Real Zaragoza no ha sabido ni podido ganar nunca en Mestalla, en el Rico Pérez, en El Madrigal o en el Ciudad de Valencia desde 1993.

Hubo 16 años en que este maleficio abarcó cualquier tipo de partido oficial, incluidos los choques de Copa y los pasos por Segunda División. En el torneo del K.O., además de al Valencia en diversas eliminatorias, no se pudo ganar a rivales inferiores como el Novelda (2-2) de Segunda B, el Alicante (1-1) de Segunda B, o el propio Hércules (1-1), entonces de Segunda.

En la división de plata, tampoco se ganó en los campos del Levante (3-2) y el Elche (4-0) en la campaña 2002-03. Y, hace dos temporadas, donde hubo que visitar la Comunidad Valencia hasta en cinco ocasiones, las cuatro primeras volvieron a estar impregnadas del vudú que todavía sigue vivo en Primera: se perdió ante el Levante (2-1), el Hércules (2-1), el Elche (2-0); se empató ante el Castellón (1-1) y... por fin, en la recta final del campeonato, ya con el ascenso a tiro, se ganó 0-3 al vicecolista Alicante CF en un duelo donde no ganar habría sido algo inexplicable.

El partido de vuelta de la Supercopa de España en Mestalla, donde el Zaragoza de Víctor Muñoz volteó el 0-1 adverso que el Valencia había logrado en La Romareda y ganó 1-3 en agosto de 2004, también abrió una puerta al exorcismo que aún se busca en liga. Alguien tendrá que quitarles a los Cedrún; Solana, Aguado, Sergi, Esteban; Franco, García Sanjuán, Gay, Poyet; Pardeza e Higuera (también Lizarralde y Seba), dirigidos por Víctor Fernández, el dudoso honor de ser el último equipo zaragocista que supo ganar un partido en Primera en un campo levantino. El Hércules parece un rival propicio.