La leyenda de los 'Three amigos'

Jesús Seba (Zaragoza, 1974) ultimaba ayer su maleta. Apenas un traje y lo necesario para un viaje relámpago a Wigan mañana miércoles. Y algo más: una tonelada de nostalgia. Nostalgia por lo vivido durante un año y medio en dicha ciudad inglesa junto a Roberto Martínez e Isidro Díaz. Nostalgia por rememorar la leyenda de los "Three Amigos", la fabulosa epopeya de tres jóvenes que pasaron del filial zaragocista a merecer el interés de los medios ingleses y el cariño eterno de un club en cuya memoria están incrustados a perpetuidad.

El amistoso que mañana disputará el Real Zaragoza en el DW Stadium (otrora JJB Stadium) devuelve el foco a esta historia de héroes anónimos que desafiaron a la lógica y a la rutina para luchar por sus sueños de gloria.

Todo comenzó en la Ciudad Deportiva en 1995. "Un día, tras un entrenamiento se nos acercó Paul Hodges, un inglés que dirigía las tiendas de deportes JJB en España. Nos propuso ir a jugar al Wigan, que militaba en Tercera División. Nos quedamos mirándonos alucinados. Pensábamos que era una broma. Con los días fue formalizándose la oferta y nos invitaron a visitar Wigan para ver si nos adaptábamos. Volamos desde Barcelona y nos convencimos de que ese era nuestro destino".

Cambiaron el cierzo zaragozano por la incesante lluvia británica. Una mudanza drástica: "Los inicios fueron tremendos. Se montó un revuelo a nivel nacional. Estábamos en shock. Aparecimos en todos los periódicos y en las televisiones. En aquellos tiempos no era normal que los jugadores españoles fuéramos a Inglaterra. Fue una aventura en todos los sentidos. Los primeros seis meses estuvimos alojados en un hotel (el mismo en el que mañana pernoctará el Real Zaragoza). Después nos trasladamos a una bonita casa los tres juntos. También pusieron un coche a nuestra disposición".

El idioma fue la primera barrera: "No hablábamos nada de inglés. Bueno, Roberto un poquito. El club contrató a una profesora particular y después nos obligaron a inscribirnos en el instituto de idiomas. Aparte de eso, nos costó adaptarnos a los hábitos ingleses, sobre todo en lo referente a los horarios. La comida también era un problema. Hicimos amistad con Ramón, un gallego que regentaba un restaurante italiano llamado Milano's. Era nuestra segunda casa. Almorzábamos y cenábamos allí y jugábamos a las cartas".

El impacto de los 'Three Amigos' no fue solo mediático, sino también deportivo. Lograron el ascenso, la primera piedra hacia la Premier League, donde milita la entidad desde hace cinco campañas: "Encajamos a la perfección y nos convertimos en el equipo de moda. David Whelan, el presidente, había prometido llevar al club a la Premier. Decían que estaba loco pero cumplió con su palabra. Fue una etapa muy gratificante. Nos hicimos con el cariño de la gente y eso todavía perdura. Somos unos ídolos allí".

No exagera Seba. Sin ir más lejos, el pasado agosto, coincidiendo con la presentación de Roberto Martínez como técnico, el Wigan invitó al zaragozano y a Isidro Díaz. Los tres ingresaron en el campo en los prolegómenos del amistoso contra el St. Mirren y recibieron una atronadora ovación que se prolongó durante varios minutos: "Cada vez que visitamos Wigan recibimos un cariño extraordinario. Hay cosas que no se pagan con dinero. Nos hacen sentir especiales. Nos paran por la calle, nos saludan... Notas la gratitud de la gente".

Seba fue el primero en abortar la experiencia, a los 18 meses. El siguiente en regresar a España fue Isidro. Roberto Martínez permaneció hasta 2001 y fue elegido el mejor futbolista de la historia del club. Pero el vínculo que les unió permanece intacto: "¡Compartimos tantas vivencias! Mantenemos una relación muy fluida. Roberto me ha invitado al partido contra el Real Zaragoza. Tendré unos sentimientos encontrados porque son los dos equipos de mi vida".