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La huella aragonesa en el Barça

La saga de los Mur, Víctor Muñoz y Jesús Mariano Angoy simbolizan la contribución aragonesa al Fútbol Club Barcelona. Todos se integraron y acabaron instalándose en la Ciudad Condal.

La huella aragonesa en el Barça
La huella aragonesa en el Barça

En sus 111 años de historia, el Fútbol Club Barcelona ha tenido su impronta aragonesa. La saga de los Mur, Víctor Muñoz y Jesús Mariano Angoy ejemplifican este legado. Cada uno en su puesto y con diferentes responsabilidades, han aportado su granito de arena a la entidad.

Nadie conocía más secretos del vestuario azulgrana que Ángel Mur Navarro y Ángel Mur Ferrer, padre e hijo. El primero nació en Selgua en 1907 y emigró a la Ciudad Condal. Excelente atleta, ingresó en el Barcelona como cuidador del césped, paso previo a convertirse en el masajista y confesor de todos los cracks, desde Kubala a Cruyff. Su hijo tomó el relevo tanto en el club catalán como en la selección española desde 1973 y se jubiló en 2006.

"Para mí fue un privilegio poder continuar la labor de mi padre. Me limité a seguir su camino. Además de masajista, teníamos que ser un poco psicólogos, ayudar a los jugadores cuando estaban decaídos y hacerles las cosas fáciles", comenta en su domicilio barcelonés.

"Mi padre era un aragonés de pura cepa. Hasta cantaba la jota de maravilla. Seguimos muy vinculados con Selgua y vamos de visita con bastante frecuencia", señala Mur.

Víctor Muñoz disfrutó de la profesionalidad de estos 'fisios' tan especiales: "Conocí a los Mur, padre e hijo. Mantuve una relación muy cariñosa con ambos. El padre ya se había jubilado cuando yo fiché por el Barcelona pero venía mucho por el vestuario a saludarnos y darnos ánimos. Era un hombre muy afectuoso. Con Ángel, su hijo, compartí momentos entrañables, tanto en el Barcelona como en la selección".

El centrocampista fichó por el club catalán en 1981, procedente del Real Zaragoza. Un cambio de aires que no fue traumático: "Me recibieron fenomenalmente. Tuve la suerte de jugar desde el primer día y eso ayuda a integrarte. Conté para todos los técnicos y eso me llena de orgullo. Incluso me matriculé en INEF y muchas asignaturas eran en catalán pero me puse las pilas y, con voluntad y ganas, no tuve problemas. Marchar de casa siempre te obliga a emplear tu capacidad de adaptación. Yo tuve que hacerlo en todos los sentidos, incluido el futbolístico. Recuerdo que mi debut en el Camp Nou fue marcando al hombre a Diego Armando Maradona, que vino con Boca Juniors".

Víctor, que tiene el corazón partido entre los dos clubes de sus amores, trata de explicar por qué el Barcelona es más que un club: "En todos los clubes existe un sentimiento detrás que alimenta muchas pasiones. En el caso del Barcelona eso está muy marcado por lo que ha representado históricamente. Cantar el himno del club en el Camp Nou cuando no se podía hablar catalán en público era un acto muy especial y eso, en cierto modo, forja esa mística, esa emoción tan particular que el jugador siente".

Justo cuando Víctor abandonó el Camp Nou aterrizó Jesús Mariano Angoy, nacido en Alagón. Su historia no tiene desperdicio: "Llegué al Barça porque un buen amigo, entrenador en aquella época, José Luis Martín Conde, me propuso hacer unas pruebas. Me entrenaba en el Calatayud, en Tercera División. Las cosas salieron muy bien y me propusieron quedarme en el club azulgrana. Yo tenía 20 años. Me había formado en el Club Deportivo Calasanz de Escolapios, desde infantiles hasta juveniles". En Barcelona tuvo ilustres compañeros de piso: "Al principio me costó muchísimo adaptarme. Los cambios eran grandes. Tuve la fortuna de encontrarme con un paisano, Luis Milla. Me ayudó mucho. Vivíamos en el mismo piso junto a Nayim y Serer. Fueron mi luz allí, mi punto de apoyo. Los ratos malos fueron más felices gracias a ellos".

Más allá de sus actuaciones como portero, está marcado por ser el yerno de Johan Cruyff: "Cuando Johan vino al Barça yo ya estaba en las categorías inferiores. Posteriormente surgió la relación con Chantal, su hija. Muchos me prejuzgan por eso, pero ya lo he superado. A veces, Johan nos acompaña de visita a Alagón, donde viven mi madre y mi hermana".

El pulmón del Barça. Víctor Muñoz fue titular indiscutible durante sus siete temporadas en el Camp Nou.