El Real Zaragoza entra en una nueva etapa. Con un cambio íntegro en su Consejo de Administración y la llegada del equipo de trabajo comandado por Salvardor Arenere, el club aragonés pasa de manos, al menos en teoría, y emprende un nuevo rumbo que busca, por todos los medios, la salvación del club por medio de la permanencia deportiva en Primera División. Dos objetivos para los que los nuevos rectores blanquillos ha diseñado una hoja de ruta a desempeñar con la máxima celeridad posible.
Como primer punto y de extrema urgencia, el Real Zaragoza se ha fijado
la contratación de un nuevo entrenador para el primer equipo. Tras la destitución de
Javier Aguirre, el equipo zaragozano se encuentra huérfano de una cabeza visible. Un problema que deberá ser solucionado en las próximas horas. A pesar de que Agapito Iglesias ha confirmado “plenos poderes” para los nuevos responsables, lo cierto es que no ha escondido su intención de participar en las negociaciones con el nuevo técnico por lo que se puede hablar de un paso atrás, aunque no de una dejación total de cualquier tipo de responsabilidad.
Además, sin concretar la cantidad, se han anunciado la
llegada de refuerzos tanto para el primer como para el segundo equipo del Real Zaragoza. Ambos conjuntos colistas en sus respectivas competiciones. Sin aclarar los métodos para lograr las nuevas contrataciones, Agapito Iglesias reconoció la existencia de una pequeña partida dentro del presupuesto que otorgue algo de margen para las conseguir incorporaciones.
La segunda acción a tomar será, según a desvelado Arenere, la
creación de un “nuevo organigrama de gestión de la comisión ejecutiva y comisión técnica recogida en los estatutos del club”. Éste nuevo esquema de funcionamiento será presentado en la semana del 2 al 6 de enero, tras “evaluar la situación actual” para poder “elaborar una nueva estructura organizativa para desarrollar la gestión planificada del Real Zaragoza”. Según se ha conocido, al frente del área deportiva se colocará Carlos Iribarren mientras que en cuestiones económicas, el consejero destinado es Pepe Guillén. Un tercer consejero, Fernando Rodrigo, será el encargo de gestionar los recursos humanos de la institución.
Consejo asesor
El punto más novedoso del plan de acción es la creación de un
Consejo Asesor formado, según ha revelado Arenere, por “ex jugadores, ex presidentes, zaragocsitas de verdad y personalidades relevantes de la vida social y cultural”. Tal y como ha remarcado el nuevo consejero delegado del Real Zaragoza, “no se tratará de un Consejo florero” y, entre sus tareas, tendrá encomendada la misión de “moverse por el territorio aragonés para aglutinar, recuperar, con las peñas y aficionados, al zaragocismo”. Dicho órgano deberá estar formado en un plazo máximo de dos semanas.
Además, y con el objetivo de llenar los cerca de 11.000 asientos vacíos que perduran en el estadio municipal los días de partido, se ha anunciado la creación de una
nueva campaña de abonados de cara a la segunda vuelta. “Queremos que La Romareda sea una caldera insoportable para los equipos que nos visitan”, explicó Arenere.