La fiesta de todos

Aragón vivirá en primera persona el partido más importante de la historia del fútbol español. Pantallas gigantes inundan nuestra Comunidad. En ellas nos reflejamos todos: la Roja, nosotros, los aragoneses, los españoles.

La fiesta de todos
La fiesta de todos

Fútbol como terapia, como bálsamo, como alegría. Fútbol como evasión de los problemas cotidianos, como revitalizador general. Fútbol como elemento de cohesión, como punto de convergencia pasional, como objetivo común. La Roja como panacea, como felicidad global de los españoles. Son excepción esos poquitos españoles que no dicen sentirse españoles y que no quieren que hoy gane España ante Holanda. Son excepción, lo que no quiere decir que sean excepcionales, que parece lo mismo pero no es igual. Los excepcionales son los futbolistas que esta noche se van a proclamar campeones del mundo. Y excepcional será también el festejo que recorra todas las plazas de Aragón y de España.

Banderas rojigualdas inundan las calles de España. El escudo oficial, el de los cuatro cuarteles del castillo, el león, las barras rojas y amarillas de la Corona de Aragón, y las cadenas que los navarros le arrebataron a los moros en la batalla de las Navas de Tolosa, se exhibe en balcones. Solo le iguala en popularidad el escudo oficioso, el del toro de Osborne, icono español dentro y fuera del ruedo. Los centros comerciales han agotado sus existencias de camisetas rojas. Todos portamos el mismo Rh, la misma alegría, el mismo ser, el mismo sentir. Todos compareceremos ante el televisor en el precioso gesto, narcisismo al margen, de verte reflejado en la imagen que ilumina tu retina, tus propios ojos. A que flipa, ¡eh!

El personal quiere compatir su felicidad. No solo identificarse con uno mismo ante una pantalla. El rango es mayor: ver toda una comunidad, nuestra comunidad, esto es, nosotros, en la pantalla que tenemos antes nuestras narices. El complejo de las Playas en Zaragoza, en un proyecto apadrinado por HERALDO, apostó por esta iniciativa desde el arranque del Mundial. Una gigantesca pantalla de 15 metros junto al Ebro, nuestro río, el río que dio nombre a Iberia, rebautizada Hispania por los romanos y España desde hace un montón de siglos. Hasta cuando la incertidumbre se instaló tras la derrota ante Suiza (0-1) ha habido alegría en las Playas.

Con la inercia imparable de los resultados y del fútbol sensacional de España, han aparecido pantallas como las setas en otoño. Pero las primeras fueron las Playas, que han regristrado hasta 7.000 aficionados articulando el grito "Yo soy español, español, español". Las tres capitales de provincia aragonesas, Zaragoza, Huesca y Teruel, apostarán hoy por situar pantallas gigantes en algunos de sus sitios más representativos. El Ayuntamiento de Zaragoza, con la colaboración de Telecinco y el patrocinio de Ibercaja, instalará una pantalla gigante en la plaza del Pilar, donde además habrá conexiones en directo con la cadena que retransmitirá el partido más importante de la historia de la selección española de fútbol.

Torico, pañuelo y fiesta

En la capital turolense será la emblemática plaza del Torico, que además lucirá el tradicional pañuelo por estar disfrutando de sus fiestas patronales, la que reunirá a los aficionados para vivir este encuentro. Por su parte, en Huesca, los seguidores oscenses podrán ver el partido también a través de una pantalla gigante junto al Palacio de Congresos. Y también en Monzón. Y en Binéfar. Y en Barbastro. Y en Biescas. Y en Alcañiz. Y en todos los puntos cardinales de Aragón. Aragoneses: doblemente españoles. Solo hay que ver el tercer cuartel del escudo español, el de la Corona que, aunque quieran rebautizarla, siempre será Aragón.