REAL ZARAGOZA

La disculpa de Marcelino

El técnico reacciona con humildad a su resbalón en la sala de prensa del Camp Nou. Admite su error y asume la responsabilidad.

Marcelino dialoga con Leo Ponzio.
La disculpa de Marcelino
oliver duch

Marcelino volvió ayer a ser Marcelino. El técnico altivo y desafiante que compareció en la sala de prensa del Camp Nou recobró su fisonomía habitual. La mesura y la humildad volvieron a acompañarle en la Ciudad Deportiva. No tuvo reparos en disculparse por su actitud tras la goleada barcelonesa. Un acto necesario y merecedor de aplauso.

 

"Si encajas un 6-1 estás muy fastidiado. Una vez me habían metido 7-1 pero al final no tuve que afrontar una rueda de prensa. El otro día, a lo mejor en cierto momento no reaccioné bien. Quiero dejar claro que en mi ánimo nunca estuvo hacer de menos a nadie, ni ser maleducado, ni ser incorrecto. Simplemente es un estado de ánimo que exteriorizas y que, la falta de experiencia en situaciones similares, me llevó a cometer un error", señaló.

 

El recital ofrecido por el Barcelona y la premura con la que intervino ante los periodistas el pasado domingo, regalaron estampas nada propias del comportamiento habitual del asturiano. Silencios, respuestas cortantes, exagerada economía de palabras y sarcasmo proyectaron una imagen muy alejada de la realidad, al menos en su faceta pública desde que dirige al Real Zaragoza.

 

Marcelino ahondó en sus explicaciones y contextualizó el resultado: "Sinceramente, había quedado más frustrado y fastidiado después del partido contra el Racing de Santander que contra el Barça. Yo era realista y me parecía muy difícil ganar al Barça. Ahora mismo, el Real Zaragoza no está en el nivel competitivo del Barcelona".

 

Las críticas negativas hacia su trabajo se han multiplicado con las últimas decepciones, un hecho que acata con deportividad y con una sonrisa que no le abandonó durante su permanencia ante los micrófonos: "Soy el máximo responsable y culpable. Por lo tanto, acepto las críticas de buen grado, con el único ánimo de trabajar más, si cabe, ser un poco más listo o menos tonto. Acepto totalmente las críticas y la culpabilidad". El técnico actúa como pararrayos, descargando de responsabilidad a unos jugadores que deberán recompensar este guiño con puntos y buen juego.

La sentencia del público

El calendario, densísimo por la disputa en 2010 del Mundial de Sudáfrica, dispone una oportunidad para resarcirse de las profundas heridas recibidas en el estadio azulgrana. Apenas tres días después de descarrilar gravemente, una nueva vía se abre esta noche en La Romareda. La reacción del público tras el domingo funesto, no preocupa excesivamente al preparador: "Espero que nos reciban bien. Si no lo hacen, tenemos que ser capaces de dar la vuelta a la situación durante 90 minutos".

 

Justo en ese punto, retornó a las explicaciones del derrumbe en la Ciudad Condal: "El partido contra el Barcelona es diferente al resto. No somos nosotros solamente los que perdemos allí. Dije antes del partido que creía que era la situación más complicada para ir al Camp Nou. No lo decía por decir. Un equipo tan definido, cuando viene un resultado adverso y ciertas críticas, es cuando reacciona. Sucedió el año pasado cuando se decía que el Real Madrid iba a ser campeón de Liga en el partido del Bernabéu y perdió 2-6 con el Barça. Como se ha visto, estuvieron más organizados y más intensos que en anteriores partidos".

 

Se despidió lanzando un reto a sus hombres: "Nos viene bien jugar tan pronto. Seguro que el futbolista tiene ganas de jugar otra vez. Cuando sufres una goleada, tienes ganas de salir a jugar y pensar en el presente y en el futuro".