ATLETISMO

La 10k Zaragoza de los récords

El Mouaziz y Soud baten los mejores registros de la carrera en la cita más multitudinaria, con casi 2.300 corredores.

Un grupo de corredores en la 10k Zaragoza.
La 10k Zaragoza de los récords
TONI GALáN/APHOTO AGENCY

La organización de la 10k Zaragoza había logrado cerrar la presencia de atletas con nombre para que intentaran romper el crono y estos no defraudaron. En la edición más multitudinaria, la quinta, con cerca de 2300 inscritos, y contando con la piedad del cierzo, que este año no sopló con tanta fuerza como en la pasada edición, el marroquí Hamid El Mouaziz (Joma Sport), experto en esta distancia en las diversas competiciones europeas (tiene un tiempo de 28'46'') paró el crono en 30'22, cinco segundos menos que el mejor tiempo de la carrera logrado en 2007 por el atleta del Zoiti Huesca Yassine Abataourap, que ayer solo pudo ser cuarto con 31' 49''. El Mouaziz se impuso en meta con seis segundos de ventaja sobre el segundo, Hassane Ahouchar (Cárnicas Serrano de Valencia). Tercero llegó Adrián García (FC Barcelona) con un tiempo de 31'04''.

Por su parte, en la prueba femenina, la marroquí Kanbouchia Soud (Zoiti Huesca), afincada en Huesca, secundó a su compatriota y se impuso con mucho margen estableciendo la nueva mejor marca femenina de la prueba (33'42''). Por detrás, a 2'23'' apareció en meta la aragonesa Luisa Larraga (Simply Scorpio). Tercera fue Raquel Llamas, vencedora en 2009.

Por detrás, el corazón de la carrera, una legión de esforzados corredores aficionados que han convertido esta prueba en una de las citas indispensables en el calendario del atletismo aragonés. Por asequible, 10 kilómetros dan para casi todos los estados de forma; por bonita, el circuito homologado por la RFEA está muy logrado con esas largas rectas de la Avenida de Cesáreo Alierta con las rampas del túnel que salva el cruce con Camino de las Torres esos y el tramo del Paseo de la Constitución; y por la gran afición de los deportistas aragoneses, que hace meses que con el buen tiempo se han lanzado a los caminos del Canal, del Parque Grande y las aceras del Tercer Cinturón para disfrutar de sumar kilómetros en grupo o en soledad.

Las liebres pudieron hacer bien su trabajo y cada uno pudo amoldarse al ritmo que más le convino para llegar con resuello a la última recta de la meta tras completar dos vueltas al circuito con inicio y llegada a los pies del Príncipe Felipe.